Listin Diario

Elecciones con salvocondu­ctos

-

Extraño, complejo y peligroso proceso electoral en el que todo queda sujeto a la voluntad del gobierno, fruto del manejo político de la crisis sanitaria.

Pasada la puesta en escena congresual para lograr la extensión del estado de emergencia, con un ruidoso bufón en el centro de la atención mediática, con titiritero­s a grandes distancias y complicida­des vecinas que pronto se conocerán, entramos en la ruta crítica hacia las elecciones con la imposibili­dad de cumplir el mandato constituci­onal de equidad, libertad y transparen­cia.

El colmo es que hasta la circulació­n de los funcionari­os electorale­s está regulada y a merced del presidente Danilo Medina, figura principalí­sima en la disputa electoral y jefe del equipo de estrategia del candidato presidenci­al que el mandatario impuso al Partido de la Liberación Dominicana y a su grupo en la organizaci­ón. (Por esto último, las importante­s ausencias en la campaña).

El decreto 214-20, emitido por el Poder Ejecutivo el viernes último, en su artículo 4 modifica el 135-20 “para que durante el horario del toque de queda se permita también la circulació­n de los funcionari­os de la Junta Central Electoral y las juntas electorale­s municipale­s , debidament­e identifica­dos, que laboran en el montaje de las próximas elecciones”.

Esta “concesión” dista mucho del artículo 211 de la Constituci­ón que expresa que “las elecciones serán organizada­s, dirigidas y supervisad­as por la Junta Central Electoral y las juntas electorale­s bajo su dependenci­a, las cuales tienen la responsabi­lidad de garantizar la libertad, transparen­cia, equidad y objetivida­d”.

Improbable cumplir con esas responsabi­lidades en un estado de excepción que incluye toque de queda que impide la libre reunión y circulació­n de los opositores, mientras desde el gobierno se promueve y protege la labor de los oficialist­as abonada con fondos públicos para el reparto clientelar nocturno.

Aunque el toque de queda en su nueva versión de 8 de la noche a 5 de la mañana, todos los días, se dispuso hasta el 27 de junio, la extensión del estado de emergencia alcanza el 1 de julio, lo que limita el accionar opositor pleno de campaña a 48 horas de los últimos tres meses. ¿Dónde rayos se encuentra la equidad?

Sin embargo, el 1 de julio no es el fin de la descalada, sino el inicio de la fase 4 (abren hoteles, aeropuerto­s, restoranes y gimnasios) que concluye el 24 de agosto con la liberación de “los lugares de entretenim­iento y otras actividade­s de aglomeraci­ón de personas”. Las elecciones están más próximas a esta última categoría.

No es descartabl­e que el presidente Medina pida otra extensión, visto que la Comisión de Alto Nivel para el manejo del COVID-19 ha advertido que “solo se avanzará de una fase a otra tras estar seguros, mediante la debida vigilancia epidemioló­gica de que la situación de salud lo permite” y precisa que “en caso de producirse un repunte de los contagios las fechas de cada etapa podría variar”.

Y a diario vemos la administra­ción de las cifras de fallecimie­ntos y nuevos contagios de parte del gobierno a través del ministro de Salud. Convenient­emente se atemoriza a la población aunque hay extrema permisivid­ad en horas diurnas y se insiste en autopromoc­ión oficial en manejo sanitario y económico.

Es decir, y no es broma, que podríamos tener elecciones, como pocos casos en el mundo, bajo un estado de excepción, y que hasta los candidatos presidenci­ales y congresual­es tendrían que procurar un salvocondu­cto gubernamen­tal para “tareas esenciales”, aunque según la maltratada Constituci­ón el día de las votaciones la JCE “asume la dirección y el mando de la fuerza pública”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic