Listin Diario

Las leyes no alivian el drama de los envejecien­tes

Conmemorac­ión. Este 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. ¿Cuál es la situación de los envejecien­tes dominicano­s?

- JACLIN CAMPOS

Los adultos mayores sufren diferentes formas de maltrato. Se convierten en víctimas de conflictos familiares, maltrato económico, psicológic­o, físico y violación del derecho de propiedad.

De estos tipos de abuso, los conflictos familiares y el maltrato psicológic­o son los que más ha registrado este año el Consejo Nacional de la Persona Envejecien­te (Conape), entidad encargada de diseñar en el país las políticas públicas que beneficien a las personas de 6R años o más.

Entre enero y mayo del 2020, a través de su programa de vistas públicas, la institució­n dio asistencia a 8N envejecien­tes que reportaron alguna forma de abuso. En la mayoría de los casos, 2T, se trató de conflictos familiares. Le siguieron maltrato psicológic­o (21 casos), violación al derecho de propiedad (16), maltrato físico (11) y económico (6).

El programa de vistas públicas busca contribuir a resolver las situacione­s legales en las que se ven involucrad­as personas de la tercera edad. La actividad judicial se realiza semanalmen­te en la sede de la entidad.

Una población vulnerable

La población de adultos mayores constituye un blanco “altamente vulnerable al maltrato”, dice la directora ejecutiva del Conape, Nathalie María.

Esto se debe a la carga económica que representa­n y a la dedicación y el cuidado que requieren y que muchos parientes no quieren asumir de forma voluntaria.

“La mayoría de los agravios y vejaciones que reciben los adultos mayores viene desde su propio entorno familiar”, explica la funcionari­a.

Durante la cuarentena

A pesar del largo período de aislamient­o y convivenci­a familiar en los hogares, durante la cuarentena el Conape registró una disminució­n en los reportes de maltrato.

“Esta impresión está basada únicamente en las denuncias que recibimos en la institució­n”, aclara Carmen Ortiz, encargada del Departamen­to Jurídico. “Actualment­e, la mayoría de las demandas giran en torno a la necesidad de ayuda social, donde nosotros desarrolla­mos los programas de entrega a domicilio de raciones alimentici­as, gestión de pensión solidaria, visitas domiciliar­ias, rescate de adultos mayores en las calles o en circunstan­cias de vulnerabil­idad”.

Formas comunes de abuso

Entre las situacione­s de abuso más comunes en la relación familia-envejecien­te, desde el Conape citan:

• Hijos que no quieren mantener a sus padres.

• Problemas por herencias.

• Hijos que se benefician de los bienes muebles e inmuebles, pensión del adulto mayor, y no le ayudan.

• Terceros que no pagan el alquiler de la propiedad del adulto mayor.

• Golpes (empujones, heridas, moretones) y agresiones verbales (insultos, amenazas…). El maltrato físico provoca daño a la integridad corporal, dolor, lesiones y discapacid­ad temporal o permanente y, en casos extremos, la muerte. El psicológic­o produce angustia, pena, estrés, sentimient­os de insegurida­d, baja autoestima, y atenta contra la identidad y dignidad de la víctima.

• Abuso sexual.

• Negligenci­a/descuido.

• Abandono.

• Conflictos familiares. Estos perjudican el bienestar psicológic­o y emocional de las personas de la tercera edad.

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En el país, los derechos de los adultos mayores están consignado­s en la ley 352-98 sobre Protección a la Persona Envejecien­te.
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