SALUD
Recientemente, la periodista y escritora Luchy Placencia compartió en sus redes una entrada sobre cómo en su familia aliviaban los dolores de garganta con un enjuague bucal a base de guatapanal, “un ‘cuchillo’ contra infecciones virales y bacterianas alojadas en la garganta y la boca”.
A raíz de la publicación de un estudio según el cual algunos enjuagues, aplicados varias veces al día, destruían el SARS-CoV-2 mientras aún se alojaba en la garganta, la también fotógrafa y mercadóloga anunció su decisión de hacer gárgaras con el colutorio de guatapanal como parte de su “estrategia personal contra el coronavirus”.
La estrategia de Placencia, de 54 años, contempla otras medidas, entre ellas, consumir alimentos que eleven sus defensas, tomar suplementos de vitamina C, té de equinácea (planta medicinal originaria de América del Norte) y retomar la ingesta de factores de transferencia (“en un lapso de diez años usándolos no me dio ni gripe y ahora he vuelto a tomarlos con esto del coronavirus”).
“La salud es tan importante que no puede ser dejada en manos de un tercero; cada uno debe ser responsable de su propia salud”, comenta Placencia.
Algunas de las medidas de su “estrategia personal” las ha aplicado desde antes de la pandemia, y se basan en la premisa de que para combatir virus, bacterias y hongos lo más importante es tener un sistema inmunitario fortalecido.
Aclara, eso sí, que no por tomar esos productos descuida el uso de mascarilla o escudo facial y el lavado de manos. Tampoco promueve el uso por iniciativa propia de fármacos que requieran prescripción médica.
¿Funcionan los remedios caseros?
En Ampicilina500, plataforma que emplea internet y redes sociales para educar a la población sobre temas de salud, han tocado en varias ocasiones las creencias populares acerca del virus que causa la covid-19.
Los remedios de los que han escuchado van desde vaporizaciones o gárgaras de agua caliente para “prevenir”, hasta el uso de jengibre, ajo, cebolla, miel, leche condensada, limón y aspirina en forma de té para prevenir o mejorar los síntomas de la enfermedad.
“Estos suelen provenir de la ‘sabiduría popular’, del rumor de que algunas sustancias pueden servir para eliminar virus y de informaciones que se han confundido”, comenta Katherine Calderón, doctora y creadora de Ampicilina500.
Sobre la aspirina dice, por ejemplo, que muchas personas entienden que, como a los pacientes hospitalizados se les coloca anticoagulantes