Resiliencia Del dolor al bienestar
Actitud. Ante esta crisis, muchos sabrán levantarse y sacar el mejor provecho a los momentos difíciles.
En muchas ocasiones escuchamos historias de extremo dolor y cuando vemos a la persona que las ha sufrido, decimos: ¿Pero cómo puede hablar así tan tranquilamente? ¿Cómo puede sonreír y estar bien? ¿A qué se debe esto? ¿Cómo superaró el dolor? ¿O solo lo está ocultando?
La terapeuta Heidy Camilo, especialista en violencia intrafamiliar, explica que esto se debe a la capacidad resiliente que tienen las personas.
Define el término resiliencia como la capacidad que tiene una persona o un grupo, de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Los eventos traumáticos pueden afectar en gran manera la vida física, emocional y social de las personas. ¿Pero qué incide para que las personas sean resilientes o no?
“Existen distintas circunstancias que favorecen o no el desarrollo de la capacidad resiliente de las personas, estos factores pueden ser sociales, personales, familiares, de educación y contexto social”, dijo.
“Para los seres humanos es necesario el contacto, es tan necesario como el agua para vivir. Según Michel Manciaux, existen personas que al enfrentarse a un trauma o una desgracia permiten que éstas los superen, pero hay otras que no lo permiten y que consiguen continuar con su vida sin problemas. Incluso, dice, muchas llevan esta actitud a un nivel superior y transforman ese trauma en algo positivo; es decir que ese problema los ayude a desarrollar recursos para sobrevivir que creían no poseían”, expresa la psicóloga del Centro Vida y Familia.
Acompañamiento
Para tales fines es indispensable el acompañante resiliente, que es aquel que inició un proceso de caminar al lado de aquella persona que ha sufrido un trauma.