DOCENCIA AL AIRE LIBRE
Covid-19. Enfermedades prevenibles a través de las vacunaciones, agregan una carga adicional al sistema
La escuela preescolar PS 15, situada en Nueva York, comenzó ayer un ensayo de clases al aire libre por el nuevo coronavirus, luego de que las autoridades retrasaran el inicio escolar hasta el 21 de septiembre.
La pandemia de COVID-19 está perturbando el sistema de salud de Haití, donde existe un potencial incremento del número de personas en riesgo de contraer otras enfermedades prevenibles de carácter epidémico como resultado de la incidencia del coronavirus.
Así lo pone de manifiesto un informe publicado ayer miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Haití.
“Un resurgimiento de las enfermedades prevenibles mediante vacunación (como la difteria, el sarampión y la poliomielitis) añadiría una carga adicional a un sistema de salud que ya está sometido a la presión de COVID-19”, señala el documento.
Esto “provocaría, inevitablemente, un aumento de la morbilidad y la mortalidad, especialmente entre los niños y otros grupos vulnerables”, añade el estudio elaborado por la organización.
Entre enero y mayo de 2020, se redujo en un 16 %, en comparación con el mismo período en 2019, el número de niños que recibieron la tercera dosis de la vacuna pentavalente, que protege frente a la difteria, la tosferina, el tétanos, la poliomielitis e infecciones producidas por la bacteria Haemophilus Influenzae tipo b.
En 2020, también hubo reducciones significativas en el número de niños que recibieron la vacuna antipoliomielítica inactivada (un 14 % menos) y la primera dosis de la vacuna contra el sarampión y la rubéola (un 8 % menos).
“Estas estadísticas son preocupantes porque sugieren un posible aumento en el número de personas en riesgo de contraer enfermedades propensas a las epidemias”, dice el informe, elaborado en colaboración con la OPS/OMS y otros organismos de las Naciones Unidas y entidades asociadas.
Además, durante el segundo trimestre de 2020, el número de niños admitidos en los centros de gestión de la malnutrición disminuyó en todo el país, con 9.536 menores en el primer trimestre frente a los 6.460 que fueron atendidos en el segundo.