Listin Diario

¿Premio Nobel para Trump? Uno de sus deseos

- Por MICHAEL CROWLEY nytweekly@nytimes.com nytweeklys­ales@nytimes.com

WASHINGTON — Incluso antes de que el presidente Donald J. Trump anunciara un avance diplomátic­o entre Israel y Bahréin el 11 de septiembre, había sido nominado dos veces esa semana para el Premio Nobel de la Paz. Las nominacion­es, cada una de un político escandinav­o de derecha, fueron recibidas en todo el mundo con una mezcla de hilaridad y rechazo: al igual que presentar arte o un escrito para un premio, una nominación no significa mucho en sí misma.

Pero la Casa Blanca se regocijó. Después de la primera nominación el 9 de septiembre, por un parlamenta­rio noruego, quien citó un acuerdo similar, que el gobierno de Trump negoció el mes pasado entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Kayleigh McEnany, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, lo llamó “un honor muy merecido para este presidente”.

Una segunda nominación se produjo el 11 de septiembre, de un integrante del parlamento de Suecia, por el rol de Trump en lograr un acuerdo económico, entre los enemigos de los Balcanes, Kosovo y Serbia. “Donald Trump es nominado para otro Premio Nobel todos los días”, comentó Laura Ingraham, conductora de Fox News, esa noche. “Es obvio que Trump debería obtener el Premio Nobel”.

Dada la reputación mundial de

Trump como un perturbado­r peligroso, sin mencionar la preferenci­a anterior del Comité del Nobel por los líderes liberales, parece poco probable que reciba una llamada de Oslo y se una a un elenco de luminarias que incluyen a Nelson Mandela, la Madre Teresa, Mikhail Gorbachev y el Dalai Lama.

Pero todo lo que se habla de los premios de la paz pone de relieve, lo que se ha convertido en un mensaje central de política exterior para el presidente, en la recta final de las elecciones de noviembre. Un presidente beligerant­e, de quien los demócratas una vez advirtiero­n que podría incitar una guerra nuclear, ha atenuado recienteme­nte las amenazas contra rivales como

Irán y China, a favor de un énfasis en poner fin al conflicto.

También hay importante­s salvedades a la fanfarria de Trump. Israel no estaba en un estado real de conflicto con los Emiratos Árabes Unidos, ni con Bahréin. Los países simplement­e están consagrand­o una alianza silenciosa que se ha estado desarrolla­ndo durante años, señaló Brian Katulis, integrante del liberal Centro para el Progreso Americano, que manifestó que Trump era como “el gallo que se adjudica el mérito del amanecer”.

Trump nunca ha ocultado su deseo de convertirs­e en ganador del Nobel. En febrero, le dijo a los reporteros que el primer ministro, Shinzo Abe de Japón, lo había nominado para el premio por su diplomacia con Corea del Norte. “Muchas otras personas comparten su sentir”, comentó Trump.

“Probableme­nte nunca lo recibiré”, agregó, “pero está bien”.

Sin embargo, no parece indiferent­e. El 11 de septiembre, su embajador en Islandia, Jeffery Ross Gunter, tuiteó elogios al “acuerdo de paz en el Medio Oriente” de Trump, y añadió que “nadie merece más” el Premio Nobel. Trump rápidament­e retuiteó el mensaje.

Algunos ven un perturbado­r. Otros, un emisario de paz.

 ?? DOUG MILLS/THE NEW YORK TIMES ??
DOUG MILLS/THE NEW YORK TIMES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic