DESARME EN LA VICTORIA
Según informó el nuevo director de Prisiones, reclusos entregaron voluntariamente armas blancas, celulares y bebidas adulteradas que tenían en el penal.
Los presos del penal de La Victoria entregaron de forma voluntaria armas blancas, teléfonos celulares, drogas y bebidas adulteradas que tenían en su poder.
Al ofrecer las declaraciones, el director General de Prisiones, Roberto Hernández Basilio, informó que la importancia de esta acción por parte de los reclusos en el entendido de que ello significa que están dispuestos a cooperar con la reforma penitenciaria.
El funcionario también dijo que, si van hoy y observan La Victoria, la verán sin basura y sin aguas servidas que atentaban contra la salud de los privados de libertad.
Especificó que se han realizado operativos de higienización en coordinación con el cabildo de la localidad.
Reveló que se alquiló una planta eléctrica para abastecer de energía una parte del penal que tenía problemas de suministro, debido a un transformador que se había dañado, pero que a la mañana siguiente fue instalado.
En el área de cocina se colocaron nuevas ollas del tipo Maimita para cocinar y las estufas fueron cambiadas.
Informó que las cocinas móviles de los Comedores Económicos del Estado suministran más de 10,000 raciones de comida, 7,500 más de las que se cocinaban antes, en procura de garantizar la alimentación a los reclusos.
El director de Prisiones dijo que en lo adelante los productos para procesar los alimentos de los internos serán comprados a las empresas que suplen la comida del Nuevo Modelo Penitenciario.
Hernández Basilio reveló además que la institución dará incentivos a los agentes policiales que prestan servicios en La Victoria, para elevar sus beneficios laborales en la búsqueda de mejorar sus condiciones de vida.
“La toma de control de la Penitenciaría Nacional de La Victoria busca garantizar seguridad a la población y erradicar la comisión de delitos que se producen desde ese recinto en perjuicio de la sociedad”, aseguró el nuevo director de Prisiones, quien detalló las medidas que han adoptado como parte del abordaje integral en ese centro para mejorar las condiciones de los privados de libertad.
La ocupación
El pasado miércoles, tropas de la Policía y militares ocuparon la cárcel de La Victoria y desde ese momento impusieron un estricto control en su interior.
“El proceso de la toma de control es algo paulatino. Se realizó el cambio de las autoridades que dirigen el penal, fundamentalmente el del alcaide, todas las autoridades administrativas
SEPA MÁS
han sido removidas. Hay un control sobre los procesos de audiencia, hay otro sobre la alimentación y gestión de medicinas. La finalidad es tener el control completo y total del penal, que por las circunstancias que ustedes conocen, es muy especial”, expresó Hernández Basilio a los periodistas, un día después de la toma.
Los allanamientos
El coronel también definió los allanamientos que se han realizado en varias celdas del mismo, además del gran número de vehículos entrando y saliendo del penal como las únicas diferencias visibles con los cambios, sin lograr percibir ningún otro detalle. La penitenciaría de La Victoria fue construida durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y se le utilizó para confinar delincuentres de alta peligrosidad y enemigos políticos del régimen, muchos de ellos asesinados tras sacarlos del recinto en horas de la noche.