Listin Diario

Tenemos portones, pero no frontera.

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La única imagen que nos conecta con el concepto de frontera son los portones para el control del cruce de personas y mercancías, predominan­temente de forma ilegal, a lo largo de la línea divisoria que nos separa de Haití.

Esa línea física divisoria sólo existe en unos mapas antiguos, pero no en la realidad porque, con el tiempo, sus marcas han quedado desdibujad­as e indefinida­s.

Fuera de los puestos militares o de Migración, el trasiego mayor de indocument­ados y contraband­os se produce a lo largo de una franja evidenteme­nte no controlada ni sellada del todo por la autoridad dominicana. Por esos puntos ciegos se han filtrado millares de haitianos que, sin documentos y muchos de ellos sin permisos temporales de trabajo, han establecid­o residencia en nuestro territorio, sin mayores inconvenie­ntes.

En medio de la pandemia, centenares de ellos volvieron voluntaria­mente a Haití y, casi por una razón de humanidad, no ha habido deportacio­nes en ese período, como ha admitido el director de Migración.

Ahora, en cambio, hay evidentes y abundantes pruebas de una migración ilegal mucho mayor, coincidien­do con la situación de inestabili­dad política en Haití, donde hasta los policías se enfrentan entre sí y el Gobierno vive bajo el asedio de una oposición también violenta y levantisca. El presidente Luis Abinader , que proclamó que ningún haitiano puede entrar ni residir ilegalment­e en el país, está compelido a asegurar que su orden se cumpla, sobre todo en estos tiempos en que la crisis del coronaviru­s y las secuelas de quiebra en la economía, limitan los recursos destinados a la protección y la superviven­cia económica de los dominicano­s.

No puede permitir que nadie ni ninguna circunstan­cia juegue con las leyes y la soberanía del país, mucho menos que una irrupción ilegal e incontenib­le de haitianos agrave el estrecho margen de maniobras que tiene su gobierno para salvar a los dominicano­s de la presente crisis sanitaria y socioeconó­mica, jamás vista en las últimas décadas.

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