¡Las Mirabal cayeron para volverse eternas!
Las Mirabal cayeron de cara a las estrellas/Ayudadme a subirlas al pedestal de piedra/donde grava la historia los nombres de sus mártires/Ayudadme a decir qué cosa grande hicieron/Estas mujeres- cíclopes, estas mujeres-ángeles…/ Allí donde más alto fue el grito de combate y más enhiesto el puño frente a las bayonetas…/La tierra abrió los brazos para ceñir sus cuerpos/ Las Mirabal cayeron taladas como árboles…/Las manos del verdugo deshojaron los nardos/cortaron como tallos las lenguas silenciadas/ estrellas besaron su carne por vez última…/Las Mirabal cayeron para alzarse en estatuas/Y sus bocas, sin lenguas, han de seguir hablando/ Y sus tres corazones palpitando en la piedra/Perennemente vivas en el alma del pueblo/ Las Mirabal cayeron para volverse eternas.”
Los versos de nuestra gran Carmen Natalia, plasman poéticamente el sacrificio y el dolor de aquella empresa homicida, ordenada por el más sanguinario de los tiranos de América. No se movía una hoja en el país de 1960, sin la autorización y el mandato de Trujillo. Virtualmente acorralado por las sanciones diplomáticas y comerciales impuestas por la Organización de Estados Americanos a su dictadura, el tirano vandálico y perverso, ordenó a sus agentes represivos, el asesinato de las tres hermanas Mirabal. Ellas simbolizaron la resistencia a su régimen de oprobio, participando en la creación del Movimiento Clandestino 14 de junio, en homenaje a los héroes y mártires de Constanza, Maimón y Estero Hondo, aquel puñado de patriotas que abonaron con su sangre el camino de la libertad conculcada. Murieron como combatientes de la libertad. Murieron defendiendo el porvenir de una sociedad oprimida en su combate contra el terror y los crímenes de la pandilla trujillista.
No murieron abstractamente, murieron suscribiendo el manifiesto del 10 de enero de 1960 en Mao, donde el gran Manolo Tavárez Justo, lideró la creación del Movimiento Clandestino 14 de Junio, con un programa social, económico y político de gran alcance para transformar la atrasada sociedad y abrir las compuertas de la libertad para el pueblo oprimido. Murieron al pie del cañón, visitando a sus compañeros detenidos y torturados, identificándose con ellos, corriendo su misma suerte, levantando sus mismas banderas democráticas de liberación nacional. Las Naciones Unidas las identifican como símbolos universales de la lucha contra la agresión de género. El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de la ONU declaró el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en homenaje a las Mirabal. Como mujeres sufrieron el desprecio predominante de la cultura tradicional alienante del varón abusador y opresor. Pero el motivo central, la razón ideológica y patriótica, el sentido magno de su sacrificio, está adherido a las proclamas de lucha contra un orden injusto, doloroso y feroz que aplastaba a hombres y mujeres simultáneamente. Liberándose de Trujillo se creaban las condiciones para la liberación de la mujer abusada. Un nuevo 25 de noviembre levantamos su recuerdo flameando en su bandera verde y negra, la imagen viva del decoro y el sacrificio.