HA ROTO LA DEMOCRACIA DONDE QUIERA QUE HA LLEGADO
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década crucial, la de los ‘00, en el desarrollo e implantación de la banda ancha.
El estudio se valió de los datos de filiación partidista obtenidos a través de diversas encuestas tanto en 2004 y 2008, dos años electorales entre los que el acceso a la red se hizo mayoritario en todo el país. Aquellos sondeos pedían a los participantes valorar su nivel de proximidad con uno de los dos candidatos (Bush vs. Kerry en 2004; Obama vs. McCain en 2008). Tales encuestas, centradas en aspectos como la “confianza” o si el candidato comparte “los valores” del votante, son útiles para entrever la distancia ideológica con el candidato adverso.
De forma paralela, el trabajo acudió a los datos ofrecidos por los proveedores de fibra en todo el país. Entre 2004 y 2008 el número de operadores aumentó hasta en un 64%, facilitando el acceso a la banda ancha de una significativa porción de los votantes. A través de estos, los investigadores pudieron observar si la llegada de una conexión más rápida y menos costosa, y por lo tanto de mayor uso, beneficiaba a los medios de comunicación más radicalizados a uno y otro lado del espectro político.
Los resultados son fascinantes. En agregado, el estudio calcula que la llegada de la banda ancha aumentó en .02 puntos la polarización estado a estado. En aquellos condados con el menor número de proveedores de banda ancha, limitados a fuentes de información tradicionales o a un Internet aún hipotecado a la lentitud de la conexión telefónica, el grado de polarización, de simpatía o antipatía hacia el opuesto político, era hasta 4 puntos menos. Internet estaba radicalizando al país.
Hacia las cámaras de eco
Por ejemplo, mientras el usuario medio con acceso a banda ancha visitaba alrededor de quince “páginas partidistas”, definidas como tal por su proximidad a uno u otro partido y por su proclividad a mostrar una visión de los hechos más ajustada a sus intereses, el usuario de RDSI tan sólo accedía a