LOS NIÑOS: NUESTRAS VIDAS CAMBIARON RADICALMENTE
La vida les cambió de golpe y todavía les cuesta comprender la causa y cómo esta afectará su futuro. Unos 15, 188 menores de 20 años se han contagiado de coronavirus en República Dominicana.
Los niños y las niñas fueron los primeros en ser descartados de los grupos de riesgo de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, cuyo primer caso en República Dominicana fue confirmado el primero de marzo de este año.
El Covid-19 es menos frecuente y agresivo en ellos, informaban al inicio de la pandemia los organismos de salud internacionales.
Hasta que el 16 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó que “los niños se pueden contagiar y pueden infectar”.
“Algunos son asintomáticos. Sabemos que suelen tener síntomas leves, pero hemos visto niños morir por coronavirus. Es importante que tratemos a los niños como población de riesgo”, advirtió María VanKerkhove, especialista de la OMS.
Tres días después, el país iniciaba el estado de emergencia a causa de la enfermedad.
La lluvia de recomendaciones para quedarse en casa que siguieron a los primeros casos, al margen del tema de salud, fueron también para los más pequeños del hogar: juegos y actividades lúdicas, clases virtuales, tiempo de calidad en familia, lectura...
Psicólogos, pediatras y psiquiatras aprovecharon los medios de comunicación y las redes sociales y ofrecieron consejos para que los posibles traumas emocionales generados por la pandemia les afectara lo menos posible.
Salvo el malestar causado por el confinamiento obligatorio, no se generaron malas expectativas para los infantes.
Todo cambió a partir de mayo, cuando el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que ocho menores de 19 años habían fallecido por esta enfermedad. Las alertas y los cuidados se intensificaron y niños y niñas se incluyeron en los grupos de riesgo junto a los trabajadores de la salud, envejecientes y embarazadas.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP), Marcos Díaz Guillén,
explicaba que si bien el Covid-19 se muestra con menos frecuencia y agresividad en los infantes, y que los síntomas suelen limitarse a fiebre y dificultades respiratorias, esto no impedía que los niños puedan ser un vector de contagio en las familias y colegios.
Salud Pública comenzó a promover las guías y recomendaciones para pediatras y el personal de salud que atiende a niños y niñas que había publicado al inicio de la pandemia y el Servicio Nacional de Salud (SNS) inició acciones para garantizar la continuidad de los servicios esenciales de atención a embarazadas y niños menores de cinco años.
Para julio, el entonces ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, actualizaba que se habían registrado 260 casos de coronavirus en niños menores de un año y que 11 habían fallecido a causa de la enfermedad.
Al 13 de diciembre, el boletín especial 270 de Salud Pública reporta que 15,188 menores de 20 años se han contagiado de coronavirus.
Nueva realidad
En octubre, los resultados de la segunda encuesta Red Actúa sobre el impacto socioeconómico del Covid-19, realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana, reveló que el 11.9% de los niños y las niñas menores de cinco años no pudieron recibir sus vacunas durante la pandemia.
La nueva realidad impuesta por el coronavirus, de acuerdo a un comunicado publicado por la organización no gubernamental Save The Children República Dominicana, podría también contribuir al aumento del matrimonio infantil en el país, “donde según estadísticas el 27.5% de las niñas y adolescentes están casadas o en unión libre, siendo esta la tasa más alta de la región en el Caribe y Latinoamérica”.
Otra alerta sobre el incremento de la vulnerabilidad de los menores durante la crisis la hizo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en noviembre a través del informe “Violencia contra niñas, niños y adolescentes en tiempos de COVID-19”.
“La actual crisis ha exacerbado los factores de riesgo y deteriorado los factores de protección de manera que, en las condiciones actuales, las niñas, niños y adolescentes de la región están más expuestos que nunca a ser víctimas de violencia física o psicológica grave (como, por ejemplo, el uso del castigo físico y humillante como práctica de crianza), negligencia, violencia sexual y violencia en línea”, considera la organización.
¿Qué piensan ellos?
Y los niños y las niñas, ¿cómo dicen ellos que les ha afectado la pandemia? ¿Qué añoran de su estilo de vida anterior al Covid-19? ¿Cómo imaginan el futuro?
Tal y como ocurre con los adultos, muchas de sus percepciones están permeadas por las creencias y situaciones sociales que les ha tocado vivir antes y durante el confinamiento.
Mientras para Joshua (12), las clases virtuales han transcurrido sin contratiempos y de hecho las disfruta más que las presenciales, Luis Daniel (10) asegura que lo más triste de la pandemia es que dejó de asistir a la escuela.
Pese a su corta edad, varios niños y adolescentes consultados por Listín Diario abordaron, desde sus ingenuos y a veces divertidos puntos de vista, los temás más apremiantes que ha dejado la pandemia: muerte, dolor, cambio, amor familiar y respeto a la naturaleza.
La vida les cambió de golpe y todavía les cuesta entender claramente la causa y cómo esta afectará su futuro.