PSICOLOGÍA
El miedo es una de las seis emociones básicas necesarias en la vida del ser humano. Las emociones básicas son la alegría, la tristeza, la ira, el asco, la sorpresa y el miedo. Todas ellas juegan un rol importante, dependiendo de las circunstancias en que el ser el humano se encuentre.
En el caso del miedo, este es necesario cuando nos vemos en una situación, en la cual debemos tener cuidado y por ende ayuda a protegernos. Ese es el miedo sano, es una respuesta adaptativa a una amenaza, es una emoción que nos puede inclusive ayudar a preservar nuestra vida, se da frente a una amenaza percibida lo cual termina en una conducta defensiva.
El miedo, activa nuestro estado de alerta, nos hace estar más atentos a nuestro entorno, se caracteriza por una sensación de tensión nerviosa, preocupación por la propia seguridad y/o por la salud. A nivel fisiológico también se dan cambios, todos con el objetivo de que el cuerpo pueda reaccionar frente al peligro percibido.
¿Cuándo entonces debemos prestar atención a un miedo, que se podría tornar paralizante? Cuando el estado de sentirse atemorizado es constante y, por ende, la persona paraliza o limita sus actividades diarias por ese temor a que algo suceda.
Por ende, vivir en un estado constante de miedo, es sumamente perjudicial y peligroso para la salud mental y emocional de la persona. ¿Qué hacer? Primero, identifique el miedo, luego afronte el miedo, por más que sienta que le cuesta hacerlo, trabaje en él y procure obtener el aprendizaje de este.
Si entiende que no puede hacerlo solo, siempre van a haber opciones, busque ayuda de un profesional en psicoterapia, pero la vida, a pesar de todo lo que nos trajo el 2020 sigue, y vale la pena vivirla, y vivirla de manera plena. No se conforme con quedar paralizado por el miedo.
La autora es psicóloga clínica, terapeuta familiar Del Grupo Profesional Psicológicamente