China se alista para fabricar autos eléctricos
SHANGHAI — El negocio de fabricar automóviles ha llegado a una intersección crítica, y parece que China está en el asiento del conductor.
El anuncio sorpresa de General Motors el 28 de enero de que aspira a eliminar los coches de gasolina y diésel de su flotilla para el 2035 y adoptar los coches eléctricos, sigue una hoja de ruta trazada por Beijing. Para llegar allí, GM, símbolo del poderío industrial estadounidense, podría tener que adoptar tecnologías en las que las empresas chinas desempeñan un papel de liderazgo.
China es el mercado de automóviles más grande, al representar un tercio de las ventas mundiales. GM y Volkswagen venden más automóviles a través de empresas conjuntas en China que en sus mercados nacionales.
La influencia de China se extiende al negocio de la fabricación de automóviles eléctricos. Preocupado por su contaminación y ansioso por mantenerse competitivo en las tecnologías del futuro, Beijing ha prodigado subsidios a su industria de automóviles eléctricos. Durante la crisis financiera mundial hace 12 años, China ya ofrecía a sus flotillas de taxis y agencias gubernamentales locales hasta ocho mil 800 dólares por auto para que eligieran modelos eléctricos.
Hoy China es el principal fabricante de grandes baterías para automóviles eléctricos, al producir más que todo el resto del mundo. Las regulaciones chinas requerían hasta hace un año el uso de proveedores de baterías chinos para los autos eléctricos vendidos con subsidios chinos. Eso obligó a las multinacionales a realizar grandes pedidos a
CATL, el principal productor chino.
Las empresas chinas dominan la producción de motores eléctricos. China incluso ha ganado el control de gran parte de la producción mundial de materias primas clave necesarias para los automóviles eléctricos, incluyendo litio, cobalto y los minerales conocidos como metales de tierras raras.
Las armadoras mundiales ya están desarrollando automóviles eléctricos en China. Daimler y Toyota tienen empresas conjuntas con fabricantes chinos. Ford Motor anunció el 28 de enero que su nuevo Ford Mustang Mach-E, se fabricará en China y en México.
Hasta ahora, ninguna compañía china ha producido un automóvil eléctrico que pueda rivalizar con Tesla, aunque una, NIO, lo está intentando. Pero China ha completado muchos de los pasos en ese camino. En particular, Tesla comenzó a fabricar vehículos en una fábrica en Shanghai hace un año.
El gran obstáculo ahora para vender autos eléctricos es el costo.
Hacer el paquete de baterías cuesta tan solo mil 500 dólares para los subcompactos eléctricos chinos más simples, que no son realmente adecuados para conducir en carretera por su lentitud y modesto alcance. Pero el costo es de hasta 12 mil dólares para un automóvil de alto rendimiento, como un Tesla. Los motores de gasolina en cada categoría cuestan menos de la mitad.
Sin embargo, los costos de las baterías están cayendo casi una quinta parte cada año. Las empresas chinas con respaldo del Gobierno han construido inmensas fábricas de baterías. La producción en masa ha generado formidables economías de escala.
China también recibió ayuda de empresas occidentales que recibían poco apoyo en casa. GM acordó en el 2011 transferir tecnología de baterías y otra tecnología de automóviles eléctricos a una empresa conjunta en China con Shanghai Automotive Industry Corporation.
Estas transferencias, que las empresas extranjeras a veces se quejan de que se ven obligadas a realizar para obtener acceso al mercado chino, son una problemática importante entre Washington y Beijing.
Ahora muchas empresas chinas se unen al impulso de los coches eléctricos. Zhejiang Geely anunció el 29 de enero que estaba en conversaciones con Foxconn, el fabricante por contrato de iPhones y computadoras portátiles Apple en China, para ayudar a Faraday Future en Estados Unidos a fabricar autos eléctricos.