Los apagones y vertederos atentan contra los barrios
En los sectores 27 de Febrero y Capotillo de la capital, sus habitantes lidian cada día con la deficiencia de los servicios básicos.
“No hay luz”, es la respuesta que frecuentemente recibe Yafreysi Corporán de sus familiares cuando motivada por el deseo de recibir sus clases a distancia intenta encender la televisión de su hogar pero esta no responde. Este es solo un caso de los múltiples que se dan en el barrio 27 de Febrero producto de la falta de energía eléctrica que, según sus moradores, se extiende hasta por más de 12 horas.
La estudiante de 14 años, y que actualmente cursa el tercero de secundaria, explicó que aunque se conecta con sus maestros por videollamadas, al momento de socializar el contenido que se imparte por las cadenas televisivas debe excusarse con sus profesores por los apagones que le impiden recibir la programación.
“Ellos nos mandan a ver lo que sale en televisión para que hagamos un resumen y se lo enviemos. Pero cuando no hay luz no hay nada que hacer. Y nada, uno les dice que la luz está mala y ellos son comprensivos”, dijo Yafreysi.
Además de interferir con el proceso de enseñanza, la falta del servicio eléctrico
también ha afectado a los comercios de la zona, tal es el caso de Comedor Antonia, donde su propietaria Antonia Pérez, ha perdido varias veces el contenido de sus refrigeradores.
“Por ejemplo los sábados y domingos aquí no hay luz en el día entero”, precisó Pérez, mientras se quejaba “como si los fines de semana uno no necesitara la luz”.
Aseguró que el freezer en el que almacena sus productos se le ha dañado dos veces y la última vez fue hace una semana. Se le dañaron cuatro galones de jugos, contó.
Otro que ha sufrido pérdidas de productos es Domingo Montero, quien de las neveras de su colmado ha sacado chuleta, salami y otros artículos perecederos en mal estado por los apagones.
“Aquí la luz se va a las ocho de la mañana y ni pestaña’ en el día”, agregó Montero. De su lado Hilda Román, subrayó que la falta de luz le ha dificultado trabajar en su salón y, en función de esto, ha disminuido bastante su clientela.
Capotillo
Otro sector que también enfrenta diariamente dificultades con los servicios básicos es Capotillo, pero a diferencia del barrio anterior su mayor problema radica en los vertederos improvisados que generan los moradores por la poca concurrencia de los camiones de basura. “Como cada tres días es que pasa el camión y la gente se desespera”, externó Simón Mariano que dijo tener “toda la vida” viviendo en el sector.
Por el contrario, en el 27 de Febrero sus habitantes afirmaron que la recogida de desechos se produce diariamente y la única variación es en el horario.
Rosmery Félix, también del Capotillo, declaró que “la gente va sacando las fundas de basura y las ponen en cualquier esquina para no tenerlas en las casas”.