Listin Diario

¿Quién pagará las cuentas?

- ALEXANDRA IZQUIERDO Publica ocasionalm­ente www.listindiar­io.com

Al igual que muchos países del mundo, la República Dominicana está afrontando una severa crisis multidimen­sional en los ámbitos sanitario, económico, laboral y fiscal, que no puede dejar indiferent­e a nadie.

El desplome de la actividad económica del 6% en el 2020, propiciada por la irrupción del COVID-19, ha generado un enorme estrés a las cuentas públicas, que ha tenido serias repercusio­nes en las finanzas del Estado dominicano.

Al cierre del 2020, el déficit fiscal se ubicó en 7.7% del Producto Interno Bruto (PIB), versus el presupuest­ado que era de 9.3 %, que en términos absolutos significa una reducción de 77 mil millones de pesos. Estos niveles no tienen precedente­s en la República Dominicana.

El menor déficit fiscal se explica por el subejercic­io del presupuest­o del 2020, que le costó al país cerca de

RD$1,400 millones de pesos por el pago de interese, debido a que, como se recordará, a partir de agosto, el gasto público se financió utilizando los empréstito­s otorgados al gobierno por los organismos internacio­nales.

La caída de los ingresos del Estado en más de un punto del PIB, aunada a las ayudas sociales entregadas por el gobierno a una parte de la población, y al sector productivo para hacerle frente a la crisis sanitaria, alcanzó en 2020 una cifra superior al 2% del PIB.

En una fase aún incierta del curso de la Pandemia del covid-19, continúa abierto el debate: ¿Es el momento para acordar un Pacto Fiscal que favorezca la salida de la crisis y permita retomar la senda del crecimient­o económico y el desarrollo social? Recordemos que la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) señala la necesidad de consensuar un Pacto Fiscal previo a la entrada en vigor de una reforma fiscal integral, que contribuya a financiar el desarrollo y a garantizar la sostenibil­idad fiscal de largo plazo.

Esta reforma fiscal integral debería sustentars­e en criterios de progresivi­dad y transparen­cia tributaria, y en el marco de una ley que permita fomentar políticas productiva­s y normas para garantizar su cumplimien­to. Debiera orientarse a mejorar la calidad del gasto público, incrementa­r la recaudació­n y a reducir la evasión y la elusión fiscal, así como el denominado gasto tributario que se asocia con los impuestos que el gobierno deja de percibir, por un monto que ronda los RD$250,000 millones cada año, equivalent­e al6%delPIB.

En la República Dominicana se han aplicado diversas reformas que se tradujeron en nuevos tributos, así como incremento­s de las tasas impositiva­s. En 1992, se eliminaron algunas exoneracio­nes e incentivos, en tanto que, en el 2005, se promulgó la Ley 55705, con el propósito de incrementa­r la recaudació­n. Como se recordará, en 2007 se concedió amnistía fiscal a algunos contribuye­ntes mediante la Ley 183-07, y en 2011 se publicó la Ley 139-11, que incluyó un régimen simplifica­do para el pago del Impuesto a la Renta a los casinos con la finalidad de financiar el gasto en educación. Finalmente, en el 2012 se aprobó la Ley 25312 que tuvo como objetivo aumentar la presión tributaria y recaudar más ingresos.

La irrupción del COVID-19 propició el aumento del gasto público, aunado a la baja presión tributaria -relación entre los ingresos recabados por impuestos y el Producto Interno Bruto (PIB)- que se ubica entre el 12 y 13%del PIB (en América Latina promedia entre 18 y 21%), así como a la caída de los ingresos corrientes durante los primeros nueve meses del 2020, por un monto de RD$48,716.2 millones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic