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En un parpadeo, el Manchester City consiguió que el París Saint-Germain perdiera la compostura y el partido.
Kevin de Bruyne y Riyad Mahrez lograron en ese fugaz intervalo del segundo tiempo los goles para que el Manchester City remontara y venciera el miércoles 2-1 al PSG en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones.
Marquinhos, el capitán brasileño del PSG, lo había puesto adelante a los 15 minutos. Pero De Bruyne igualó a los 64 con un tiro-centro que rebotó en el área chica, pasó apenas fuera del alcance del portero costarricense Keylor Navas, y se introdujo en el arco lamiendo uno de los postes.
De Bruyne permitió después que fuera Mahrez quien ejecutara un tiro libre. El volante argelino, quien se crio en los suburbios de París, realizó un disparo combado que pasó por un hueco de la barrera y entró pegado al poste izquierdo.
“Dos accidentes, dos goles que sinceramente no tendrían que haber sucedido, pero suceden”, lamentó el técnico argentino del PSG, Mauricio Pochettino. “Los imponderables que pueden pasar en el fútbol”.
El propio DeBruyne reconoció que hubo algo de fortuito en ese instante del encuentro en que los Citizens le dieron la vuelta al marcador.
“La forma en que entra el primer gol es algo afortunada, pero jugamos un gran fútbol en el segundo tiempo”, valoró el centrocampista belga.
Rápida sucesión
El caso es que esa sucesión rápida de goles derivó en que el PSG cayera en la disfuncionalidad,