HISTORIA
Las guerras son normales y frecuentes en muchas de las propuestas que conforman la música urbana. Algunas son reales, otras inventadas. Esas y otras acciones son parte de las estrategias implementadas por urbanos dominicanos y que llegan hasta lo impensable como fingir su propia muerte o filtrar videos sexuales íntimos.
Es a partir de la gran pegada con el tema “Se partió el lápiz” que inicia la icónica guerra entre Lápiz Conciente y Vakeró, que dio inicio al rap popular en República Dominicana.
Años después descubriría que esta guerra fue una estrategia de ambos y que fue tan lucrativa, que obligó a estos dos jóvenes a mantener el papel de enemigos durante décadas y que dicha longevidad terminó lacerando de manera marcada la gran amistad y admiración que había entre ellos.
Algunas de las estrategias utilizadas son cuestionables en términos morales. Hay que entender que son jóvenes provenientes de hogares disfuncionales y que construyeron sus carreras sin ningún tipo de lineamiento o guía.
No es una justificación, sino una explicación del fenómeno que impacta como sociedad, ese tsunami de propuestas musicales de niños, niñas y adolescentes que se jactan en sus temas de ser nuevos ricos, de “frontear” autos o joyas o de fervientes consumidores de drogas ilegales. También autodescribiéndose como machos alfa y, en el caso de las féminas, como objetos sexuales y máquinas de placer.
Lo que puedes hacer aquí
El movimiento urbano dominicano ha utilizado toda clase de estrategias.
Para estos jóvenes, la meta es tener una pegada y el fin justifica los medios.
No importa si es un engaño a sus fanáticos o seguidores, a quienes consideran en su mayoría ignorantes del negocio. Incluso, si en uno de ellos cuestiona alguna de sus acciones es etiquetado de inmediato como “hater” solo por tener una opinión contraria.
Si opina en contra, un usuario de redes corre el riesgo de ser bloqueado, expulsado del paraíso urbano, como hizo Dios con Satanás, porque quienes amasan éxitos y fama dejan de ser humanos y es un pecado para ellos el tan solo pensar que pueden equivocarse.
Las estrategias son diversas. Algunos hasta han filtrado videos íntimos teniendo relaciones sexuales, como lo hizo el Príncipe Barú, al igual que Nipo 809 hace un tiempo.
Otros han pasando por la coordinación de rivalidades y los más “mortíferos” han llegado al exceso de fingir su propia muerte, como lo hizo el 2015 el autor Juan Frías, mejor conocido como “Brasa”, responsable de éxitos como “Sensualidad”,