Iglesia del Carmen Pedido de ‘ciudadanos de ascendencia negra’
Entorno. En una casa al frente, Duarte fundó la sociedad secreta La Trinitaria.
En la calle Arzobispo Nouel esquina Sánchez, luego de estacionar el auto en una vía cercana, mi hijo Alexis y yo rodeamos con la mirada una de los templos más pequeños de la Ciudad Colonial de Santo Domingo: la iglesia del Carmen. Forma un ángulo recto con la capilla de San Andrés, del Hospital Padre Billini, en parte de cuyo terreno se levantó. Es que el 2 de julio de 1592 el arzobispado permitió a un grupo de ‘ciudadanos de ascendencia negra’, la construcción de la capilla de Nuestra Señora de los Remedios del Carmen y Jesús Nazareno, en terrenos aledaños al Hospital de San Andrés. ‘mediante pago de un arrendamiento a la institución de salud’. La capilla es así sede de la ‘famosa cofradía de morenos dominicanos’ desaparecida en 1782. (Los datos los ofrece Jose Luis Sáez , S.J. en ‘Los hospitales de la ciudad colonial de Santo Domingo’).
La fachada actual fue levantada durante la ampliación del templo en 1729. Hasta ese entonces era apeconservan nas una ermita. En la hornacina sobre el portal hay una sencilla virgen de piedra, de 79 centímetros de altura, con el hábito marrón de los carmelitas. Levanto la vista y miro con detenimiento para detectarla. Más arriba, en el techo, como señala María Ugarte en Iglesias, Capillas y Ermitas Coloniales, observo un alerito en el que el arco apuntado es una reminiscencia del gótico en medio de una arquitectura del período barroco. Las dos ventanas en el saliente hacia la Arzobispo Nouel están protegidas por rejas de hierro del siglo XVII, quizás las rejas coloniales más antiguas que se en Santo Domingo. Por la hora, el templo está cerrado. No puedo por tanto admirar la imagen de Jesús Nazareno, quien tiene rango de Coronel. Hay dos versiones del origen de su cabeza, que es una obra de arte.
En la plazoleta, Alexis se acerca a la estatua del padre Gaspar Hernández. Según cita Francisco E. Moscoso Puello, desde el púlpito de la iglesia del Carmen ‘alzó un día su verbo apasionado para narrar el dolor dominicano bajo la dominación haitiana’. En 1880, cuando el barrio se llamaba Navarijo, en el entorno había varias carnicerías.