Ciegos, sordos y locos
Con un reparto de lujo, ‘My Blueberry Nights’ (2007) se centra en el personaje de Elizabeth (Norah Jones), una mujer que tras una ruptura sentimental, decide viajar por los Estados Unidos, trabajando como camarera, encontrando en su camino otras historias de amor, tan tristes o más que la suya.
Aquí no hay sorpresas. De una u otra forma, el tema ya había sido visto en tierras orientas: Otro drama del desamor: Pero esta vez lo quiso llevar al idioma inglés, con rostros occidentales.
‘My Blueberry Nights’ es, de este modo, muy similar a ‘Days of Being Wild’ o ‘Deseando Amar’ o ‘2046’. Estamos frente a una obra cuya profundidad se halla en los hermosos encuadres, los maravillosos temas musicales y las cuidadas poses de los actores.
Aquí no hay sitio para diálogos complejos ni giros argumentales sorprendentes. Las palabras apenas tienen importancia, sino las imágenes Le interesa más la forma que el contenido de las mismas. Los fotogramas son resueltos con poesía en busca de hermosura y no de planicie. Tampoco hay secretos en este guion formado por varias historias cuyos fiinales se pueden advertir desde el comienzo. Cada una plantea cómo las personas adoran sufrir jugando con al desamor. Concursó en Cannes y allí aquella vez, la crítica lo señaló como un enlatado vacío.
De las historias sobresale la segunda historia que protagonizan Strathairn y Weisz; ella nunca ha estado hasta esa fecha tan impresionante. La primera historia, con Law y Jones, correctos. El primero parece que imita a Takeshi Kaneshiro en ‘Chungking Express’, y la segunda, en su debut en el cine, cumple.
La banda sonora, cambia boleros por jazz, no solo con elegancia, sino como un personaje más.
Wong Kar-Wai hizo un filme a manera de hipnosis con imágenes tan poderosas que, cuando atrapan, nos hacen creer en el valor de la cultura.
Ficha técnica:
País: Hong Kong-Estados Unidos. Año: 2007. Director: Won Kar Wai. Guion: Lawrence Block y Won Kar Wai.
Reparto: Norah Jones, Jude Law, Nathalie Portman y Rachel Weis.
Sinopsis: Después de que su novio la abandona, Elizabeth (Norah Jones) anhela tener un auto y realiza trabajos de mesera en varios sitios para ahorrar. En esos lugares ella conoce a extraños personajes.