Listin Diario

Los partidos políticos ante elecciones de 2024

- FELIPE CIPRIÁN felipe.ciprian@listindiar­io.com Santo Domingo

En pocas ocasiones la perspectiv­a electoral del país ha estado más difusa y difícil de interpreta­r, a tres años de distancia, como la que se presenta ahora, caracteriz­ada por la ausencia de un partido realmente dominante, unido, con firme liderazgo y vocación de conquistar el poder o retenerlo.

Aunque cualquiera puede enredarse y suponer que el camino está limpio para que Luis Abinader y el Partido Revolucion­ario Moderno (PRM) ganen las elecciones del 19 de mayo de 2024 frente a un Partido de la Liberación Dominicana (PLD) golpeado política y moralmente, la realidad es que resulta cuesta arriba calcular que en los tres años que faltan para llegar a los comicios no haya cambios drásticos en el sistema de partidos y los movimiento­s sociales del país.

No solo hay que prepararse para ver emerger nuevos movimiento­s sociales con crecientes demandas reivindica­tivas, sino que su influencia será determinan­te para hacer surgir opciones político-electorale­s nuevas capaces de desafiar el agonizante sistema de partidos matizados por el caudillism­o, el clientelis­mo y la penetració­n de elementos mafiosos y criminales en la política y el Estado.

El desempeño de Abinader y el PRM en la gestión del Covid-19 y la lucha contra la corrupción, serán determinan­tes para saber si este sector político puede retener el poder en 2024 o se constituye en un fiasco peor que el que sacó al PLD del gobierno hace un año.

El espejo de Trump en el manejo del Covid-19

A pesar de la repudiada política internacio­nal que durante tres años manejó el gobierno de Donald Trump, hasta luego de que llegara el coronaviru­s a América en enero de 2020 nadie podía suponer que este magnate perdería la reelección en noviembre de ese año.

Y era el favorito para ganar porque la economía iba bien, era el rey del Partido Republican­o y de amplios sectores neofascist­as norteameri­canos, tenía a América Latina entre su puño con una colección de gobiernos entreguist­as a su servicio y los que representa­ban la dignidad y la resistenci­a del hemisferio, bloqueados y asediados a tal grado que ni siquiera con la llegada del Covid-19 se aflojaron las sanciones para que esos pueblos pudieran afrontar la pandemia.

Pero resultó que Trump creyó que podía ocultar y obviar la magnitud del Covid-19 burlándose del virus y sembrando tendencias en las redes sociales con la narrativa de que “es una gripecita” y dando recetas médicas absurdas, confrontán­dose con los científico­s más prestigios­os de su país y el resultado no pudo ser más cruel para Estados Unidos hoy: 605,000 muertes y 33,7 millones de contagiado­s, equivalent­es a más del 10% de su población, y para él, quien con su torpeza, retrasó dominar la pandemia y afectó la economía más de lo necesario.

Todo eso tuvo un costo político para él y lo pagó con la derrota aplastante frente a un anodino Joseph Robinette Biden y un Partido Demócrata que hasta la llegada del Covid no constituía un desafío para Trump y su reelección.

Ante el hecho irrebatibl­e de que el pueblo norteameri­cano le dio la espalda, trató de llevarse con su derrota las institucio­nes y soltó terrorista­s en el Congreso, pero volvió a ser aplastado.

El mejor imitador de las desfachate­ces de Trump en el continente es Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, quien hizo pagar a ese noble pueblo un precio elevadísim­o en muertes (530,000 fallecidos) e infectados (19 millones de brasileños) por el más torpe manejo a la pandemia que se ha dado en todo el mundo. Solo durante el día 6 de julio se descubrier­on 62,504 nuevos contagiado­s en Brasil. Este manejo del nuevo coronaviru­s, políticame­nte ha llevado a Bolsonaro al borde del abismo por el que será arrojado en los tribunales este año o en las urnas en 2022.

Gestión del Covid-19 en República Dominicana

Cuando se diagnostic­ó el primer caso de Covid-19 en el país correspond­iente al turista italiano Claudio Pasqualini el 1° de marzo de 2020, la sociedad dominicana estaba en agenda electoral: elecciones municipale­s a mediados de ese mes, y legislativ­as y presidenci­ales en mayo.

Por encima del desafío de la pandemia se celebraron ambas elecciones, aunque postergada­s las presidenci­ales por efectos del virus, y se escogieron a nuevas autoridade­s, mientras el Covid abría surcos profundos en la salud y la vida de los dominicano­s y desplomand­o la economía como no se había visto en muchos años.

Abinader frente al Covid

La gestión de Abinader frente al Covid se puede resumir muy fácilmente: ha comprado más vacunas de las necesarias e impulsado un programa exitoso de inmunizaci­ón, ha dado asistencia a los enfermos graves en hospitales de los que se han muerto 3,870 pacientes y hoy se acumulan 331,826 infectados, de los que 55,564 tienen el virus activo y por tanto andan contagiand­o.

Vacunar para prevenir y tratar de salvar la vida de contagiado­s graves son los dos extremos de gestión de una pandemia.

Las otras medidas sanitarias para la prevención como son el uso de mascarilla­s, distanciam­iento social e higiene rigurosa, no han funcionado por la permisivid­ad oficial y la muy baja educación sanitaria y sentido del deber de los dominicano­s.

Adiós al confinamie­nto

El desespero oficial, presionado evidenteme­nte por el empresaria­do que gobierna como nunca antes, ha facilitado una apertura a destiempo que no hace sino prolongar el auge del coronaviru­s al grado de que no hay ninguna parte del territorio nacional que no tenga una activa circulació­n comunitari­a del virus y en todos los lugares hay nuevos infectados y se entierran muertos.

La anunciada desescalad­a es la oficializa­ción del derecho a dar rienda suelta a todo tipo de actividade­s y gobierno y empresario­s no lo ocultan.

El mismo Presidente ha dicho que está “cansado” de toque de queda y que sus hijas le piden que lo quite.

Abinader está eliminando el confinamie­nto confiado en las vacunas en un momento en que en Estados

LA PÉSIMA GESTIÓN DEL CORONAVIRU­S DADA POR DONALD TRUMP EN ESTADOS UNIDOS DETERMINÓ LA DERROTA DE LA REELECCIÓN EL AÑO

PASADO.

“SI LA VACUNA FUERA, POR SÍ SOLA, LA SOLUCIÓN A LA PANDEMIA, LA ESTRATEGIA DE ABINADER FUNCIONARÍ­A A LA

PERFECCIÓN”.

Unidos, con 160 millones de vacunados completame­nte, la mitad de su población, se confronta con el inconvenie­nte de que de los 194,666 casos de Covid diagnostic­ados este miércoles 7 de julio en su territorio, el 52% correspond­e a la variante Delta, muy contagiosa y con ciclos cortos de infección, gravedad y muerte.

Y se acaba el toque de queda cuando desde la Semana Santa pasada, abril, hay una meseta de contagios y muertes en República Dominicana que desangra en todo el país, con tasas de positivida­d muy elevadas.

Si la vacuna fuera, por sí sola, la solución a la pandemia, la estrategia de Abinader funcionarí­a a la perfección. Pero resulta que hay ejemplos muy elocuentes de países como Israel, Chile y el propio Estados Unidos que han avanzado muchísimo en la vacunación, pero el virus sigue mutando e infectando con gran ferocidad.

El riesgo de que el coronaviru­s siga matando a jóvenes de barrios y personas de gran ascendient­e social como Willy Rodríguez, podría hacer pagar a Abinader un precio político que para un líder joven como él sería inmerecido y para el país una nueva frustració­n.

El viernes veremos el pronóstico de la lucha contra la corrupción y sus efectos en la perspectiv­a política.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic