El 4.0 nos pica cerca
La revolución de la inteligencia se siente ya en muchas tareas y oficios que han pasado a ser automatizados.
Por medio de dispositivos electrónicos, en especial desde los teléfonos móviles inteligentes, los dominicanos pueden realizar a distancia muchas diligencias que antes imponían lo manual y presencial para ejecutarse.
La automatización de los servicios y de ciertos procesos industriales y comerciales ha avanzado en el país más de lo que muchos se imaginan.
La perspectiva es tan clara que ya el Instituto de Formación Técnica y Profesional ha diseñado las líneas de los nuevos modelos de trabajo que requerirá el país para insertarse en esta cuarta revolución industrial.
Significa que, desde ahora en adelante, habrá que capacitar y formar las nuevas camadas de empleados públicos y privados al tenor de la automatización, un esfuerzo en el que los politécnicos y las universidades jugarán un rol decisivo.
Las previsiones más atendibles son las de que más de 90 millones de personas en el mundo perderían sus empleos en las actuales modalidades, producto de esta revolución de la inteligencia.
Por lo tanto, el mundo estará compelido a crear las bases para el adiestramiento de una cantidad superior, digamos 130 millones de personas, para manejar las versátiles tecnologías que reemplazarán las herramientas actuales.