“Solo quiero que Aurora sea feliz”
Deseo. Michelle Lizardo, madre de la pequeña de un año y tres meses que nació sin el peroné, anhela poder ver a su hija caminar como lo hacen los niños de su edad. La pequeña recibe estimulación temprana y muestra grandes destrezas en las sesiones.
Sin identificar todavía las partes del cuerpo de su bebé, Guillermo Pérez y Michelle Lizardo conocían que una de sus piernitas no estaba completa. Era difícil de digerir, pero no imposible de solucionar. Aunque era en plena pandemia del año 2020, ellos no vieron en obstáculos para comenzar a ser las diligencias de lugar.
Reuniones virtuales con especialistas extranjeros, visitas presenciales a médicos dominicanos que pudieran darles soluciones viables a la situación de la niña. Esta búsqueda la han hecho antes de la pequeña Aurora nacer y luego de que viniera al mundo a iluminar su vida con sus ojos azules, su amplia sonrisa, y la ternura que dispensa a todos en la familia.
Michelle llora constantemente. Durante la entrevista, no lo pudo evitar. Razón tiene de más. Al año y tres meses que tiene, ya su niña debería estar caminando como lo hacen los demás infantes de su edad. Sin embargo, agradece a Dios porque ella es una niña feliz, que la energía que no gasta caminando, la agota gateando y trepándose en todas las mesas y superficies que puede. Esto sí lo dice riendo y contenta de que nada empaña la alegría de su pequeña Aurora. Es una niña feliz, pese a que desde una semana de nacida sale de una consulta y entra a un laboratorio.
Sobre el diagnóstico y costo
Tanto han investigado los padres de la niña que nació sin el peroné que, perfectamente definen la hemimelia fibular, diciendo que es una condición genética causante de malformación en las extremidades y cuya causa precisa aún se desconoce. La estadística médica mundial apunta a que se presenta en una frecuencia de un bebé en 40,000 embarazos.
“En el caso de Aurora ha afectado su pierna derecha, cuya corrección ha de requerir alrededor de cinco operaciones de reconstrucción y alargamiento óseo a lo largo de su desarrollo físico, que le permitirán una adecuada movilidad y la habilidad de caminar de manera autónoma”. Esto lo cuenta Michelle con propiedad, y apegada a su fe para lograr conseguir el dinero antes de que siga pasando el tiempo. Mientras más rápido hacen el procedimiento, mejores son los resultados.
A seguidas, y con voz entrecortada añade: “Estas complejas y prolongadas intervenciones, en términos de cirugías de reconstrucción al igual que las sucesivas terapias de rehabilitación, resultan muy costosas y no podríamos asumirlas sin contar con la solidaridad de personas y entidades que se sumen a la causa. La meta económica inicial que hemos establecido es de US$350,000, la cual alcanzaría para cubrir los gastos del primer procedimiento quirúrgico, sus terapias físicas, gastos de viaje y estadía durante cuatro meses de seguimiento médico y rehabilitación en el centro especializado Dr. Paley Institute, St Mary Medical Center en Florida, centro de primer orden para estos admirables procedimientos médicos”. Con esta cita concluye la madre de Aurora, la niña que nació sin el peroné y que necesita de tu ayuda.