Fiestas en ‘La 42’ causan cadena de muertos y heridos
La violencia desmedida que permea en cada recóndito espacio del sector Capotillo, destacado por su calle “La 42”, continúa atemorizando a sus habitantes. Precisamente, en horas de la madrugada del pasado domingo, sucedió un tiroteo en los alrededores de los concurridos establecimientos de ventas de bebidas ubicado en esta demarcación, donde murió una persona y dos resultaron heridas.
De acuerdo al informe oficial emitido por el portavoz de la Policía, coronel Rafael Tejeda Baldera, se produjo una riña entre Jason Ramón Soriano y otras personas que aún no han sido identificadas por las autoridades. “Según las informaciones que tenemos la riña se produjo por un celular. Eso es lo que hasta el momento las investigaciones han arrojado”, estableció. Ramón Soriano, quien resultó herido de bala, se encuentra en un hospital recibiendo atenciones médicas, custodiado por agentes de la Policía. La balacera causó la muerte del haitiano Donald Ford, de 33 años, quien falleció sin tener ninguna relación con el hecho.
Al igual que Ana Bernard, quien fue herida y recibe atenciones médicas en un hospital no especificado por las autoridades. “Tanto Donald Ford y Ana Bernard fueron heridos y no tienen nada que ver con el caso, este fue un efecto colateral. La riña fue entre Soriano y varias personas”, explicó Tejeda
Baldera, quien indicó que direcciones especializadas están depurando el prontuario de Soriano para evaluar su historial delictivo.
Temor y desesperación
Este es el segundo intercambio de disparos que se registra en los últimos 7 días en los estrechos callejones de la calle “La 42”. El uso excesivo del cigarrillo y botellas de cerveza adornan las aceras de las calles. Además las fiestas extremadamente nocturnas en las que participan cientos de personas son las principales salutaciones de bienvenidas que ofrece “la barriada del dembow y el teteo”. Este escenario es el culpable de los principales incidentes, y la intranquilidad de los habitantes. “No se puede salir a las calles, aquí nada más hay policías y piperos (usuarios de narcóticos). Esto es un lío, esto está virado por todos lados”, dijo ayer Amarante Fabián, un longevo poblador de Capotillo.
Para Fabián y otros vecinos “los disparos son normales aquí. Cuando no es la Policía, son los tigueres. Eso es normal, ya ni nos agachamos y ni nos tiramos al piso”. Las declaraciones de Fabián fueron ofrecidas mientras los integrantes de la Policía eran desplegados en “puntos vulnerables”, según dijo un oficial asignado a este sector, para garantizar el bienestar de los ciudadanos. El pasado miércoles, un operativo por miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en la calle 42 con José Martí, finalizó con un tiroteo originado por desconocidos. Se incautaron 40,000 gramos de varios estupefacientes y otros artefactos ilícitos a una organización criminal que opera en esa zona.