Liderazgo Estrategias para fomentarlo en los futuros profesionales
La instituciones educativas tienen en sus manos el futuro de nuestras sociedades. En el caso de las universidades, tienen la responsabilidad de formar profesionales innovadores y competentes, pero también con el liderazgo que se necesita para enfrentar los desafíos y solucionar los problemas de un mundo en constante evolución.
En su libro “La quinta disciplina”, el doctor Peter Sange afirma que el liderazgo “implica crear un ámbito en el cual las personas continuamente profundizan su comprensión de la realidad y se vuelven más capaces de participar en el acontecer mundial, por lo que el liderazgo tiene que ver es con la creación de nuevas realidades”. Formar a los líderes que impulsen las transformaciones sociales que demandan estos tiempos requiere de intencionalidad. Para conseguirlo, las instituciones educativas deben poner en práctica acciones puntuales. Unibe asumió como misión la labor de fomentar un liderazgo que impacte la sociedad local y global, y lo hace através de su modelo educativo con diversas estrategias: Aprendizaje experiencial y transformador. A través de actividades académicas prácticas los estudiantes aplican los conocimientos adquiridos en clase en un contexto real, y tienen la oportunidad de desarrollar importantes competencias de liderazgo, al ser cabezas de equipos, resolver problemas, tomar decisiones, asumir roles y trabajo colaborativo. Asimismo, desarrollan una nueva manera de pensar, más crítica y analítica, lo cual transforma la manera en que comprenden y aplican los conocimientos. Aprendizaje basado en problemas, proyectos y casos. Con estas metodologías de enseñanza-aprendizaje los estudiantes integran lo aprendido para resolver algo en particular, de manera que se da la transferencia de conocimientos a escenarios potencialmente reales. Desarrolla la creatividad, la iniciativa, estimula el análisis y el razonamiento, activa la curiosidad y mantiene la motivación.
Integración de los tres saberes: saber, saber hacer y saber ser. Esta famosa tríada en la educación contribuye a formar líder con conocimientos teóricos sólidos, habilidades prácticas y desarrollo personal, lo que lo prepara mejor para enfrentar desafíos complejos, adaptarse a situaciones cambiantes y liderar de manera efectiva en diversos entornos. Propiciar conexiones con modelos a seguir. Llevar a cabo actividades académicas en las que los estudiantes tengan la oportunidad de compartir con líderes destacados en sus campos de estudio, contribuye a que reciban orientación, consejos e inspiración de personas en posiciones de tomas de decisiones que les sirvan de ejemplos tangibles éxito. Fomentar el compromiso ciudadano. Educar en el compromiso ciudadano logra que los futuros profesionales se sientan responsables de dejar una huella positiva en el mundo, de contribuir a la transformación de la sociedad y de actuar en esa dirección. Promueve la participación activa y significativa en la comunidad, la comprensión de los derechos, deberes y procesos democráticos.
Programas de movilidad internacional. Participar en los programas de internacionalización y movilidad de la universidad contribuye a desarrollar habilidades como la adaptabilidad, la tolerancia, la comunicación efectiva, resolución de problemas y la toma de decisiones, aspectos cruciales del liderazgo.