La inflación impactó el bajo crecimiento de 2.4 % del PIB en el país
Informe. Comercio e industrias (manufactura local) y minas y canteras fueron los sectores afectados, con caídas en el 2023.
La explotación de minas y canteras, la producción industrial nacional (manufactura local), el comercio, y enseñanza, fueron los sectores con un mal desempeño en 2023, el cual básicamente se asentó en hoteles, bares y restaurantes, además de construcción y zonas francas, para que la actividad económica cerrara en 2.4 % el pasado año. Amplios sectores fundamentan sus críticas sobre el desempeño de la economía de que siempre estuvo por encima de todos los países de América Latina y hoy día se encuentra por debajo de su potencial, aunque con perspectivas de crecimiento de 5.2 % al finalizar este año 2024. República Dominicana, como economía abierta, ha sido afectada por las crisis geopolítica en el Medio Oriente, la baja del comercio internacional y los temas de logística, como también de la escalada de precios de insumos, de bienes intermedios y terminados, por lo que se infiere que el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) priorizará la estabilidad de precios por encima del crecimiento económico.
El tema radica en a qué se juega, si a mantener la estabilidad de precios y el tipo de cambio o a mantener un crecimiento de la economía que podrá ser ampliamente recuperada a partir del segundo semestre del año con nuevas inversiones, ya programadas y en perspectiva. De acuerdo a los datos del BCRD, en 2023 el sector agropecuario creció 3.9 %; manufactura zona franca 0.1 %, construcción 2.1 %, servicios 3.6 %, energía y agua 4.2 %, Hoteles, bares y restaurantes 10.7 %, Transporte y almacenamiento 1.5 % y comunicaciones 5.6 %. El renglón Servicios financieros creció 6.9 %, actividades inmobiliarias y de alquiler 5.5 %, salud 10 %, otras actividades de servicios 4.7 % y administración pública 2.2 %.
En cambio, explotación de minas y canteras cayó -16.3 %, manufactura local -1.5 % y enseñanza -1.4 %.
Economistas opinan
Sobre el tema, LISTÍN DIARIO buscó la opinión de los reconocidos economistas Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES); Rafael Espinal, coordinador de Economía, en INTEC; Antonio Ciriaco, Decano Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD.
Collado Di Franco explicó que a principios de año varias actividades económicas estuvieron rezagadas y a partir de los estímulos monetarios contribuyeron de forma positiva, como la construcción. No obstante, infiere que de no haber sido por estos estímulos, el crecimiento habría sido inferior. Según explicó, la economía dominicana no puede seguir acostumbrada a este tipo de facilidades que acarrean consecuencias en la parte macroeconómica, “y lo que debe hacer la economía, o de lo que debiera beneficiarse la economía, es a través de reformas estructurales”.
Para el economista, si se quiere mayor desarrollo, este año 2024 urgen las reformas estructurales en los sectores laboral, electricidad, transporte y tributario. Mientras Rafael Espinal, economista del INTEC, explicó que los sectores comercio e industria están negativos porque son los más afectados por la inflación de finales del 2022 y del primer semestre del 2023.
Planteó que la caída del consumo por los aumentos de precios afectó las ventas y las altas tasas de interés de la política monetaria penalizaron no solo el consumo, sino también la inversión en ambos sectores, que son los más sensibles ante choques inflacionarios.
De igual modo, el decano de la Facultad de Economía de la UASD, Antonio Ciriaco Cruz, recordó que la economía dominicana creció en la vecindad del 2.4%, sustentada básicamente en sectores de servicios: Turismo, Servicios financieros, Comunicaciones y Actividades Inmobiliarias y de Alquiler, entre otros.
Destacó que las políticas monetaria y fiscal estuvieron muy condicionadas por el choque inflacionario producto de las alteraciones económicas de los conflictos bélicos: Rusia-Ucrania, y Palestina e Israel. Estimó que la política monetaria restrictiva indujo a mayores tasas de interés, afectando la inversión privada, el consumo privado, a sectores como la manufactura local, que es sensible a los movimientos de la tasa de interés, y en consecuencia, ralentizó el crecimiento del año 2023, terminando la economía con un crecimiento por debajo del potencial.