El chamán quiere volver a tomar el Capitolio... como congresista
El seguidor de Donald Trump que irrumpió en la sala del Senado de Estados Unidos en 2021 vestido de bisonte, se presenta como candidato del Partido Libertario. Jacob Chansley, conocido como ‘el chamán de QAnon’, ha anunciado su propósito tras pasar 27 mes
Su cara pintada con la bandera de Estados Unidos y su tocado con cuernos se convirtieron en el símbolo más visible del asalto al Capitolio que cuestionaba la derrota de Trump en las elecciones de 2020. Pero ahora, con 36 años, Jacob Chansley ha decidido cubrir su torso desnudo y embutirse en un traje blanco para independizarse de su adorado tótem.
Trump se le queda flojo. «Me encanta, pero, sin ánimo de ofenderlo, se está haciendo mayor», declara en The Telegraph para explicar su candidatura al Congreso en el Estado de Arizona por el Partido Libertario. Él, que no podrá votar en las elecciones de este año por ser un delincuente convicto, cree firmemente que todos los comicios de su país han estado amañados desde 1913. Precisamente su apelativo como ‘chamán de QAnon’ le viene por su relación con las teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense que creen en la existencia de una trama secreta de pedófilos adoradores de Satanás, entre los que se encuentran actores progresistas de Hollywood o políticos del Partido Demócrata. Por cierto, que también lo suyo —dice— fue una conspiración. Cuenta Chansley al periódico británico que fue a la planta del Senado para ayudar a la Policía a decir a los demás que se marcharan. «Por eso me pasearon por el edificio. Y entonces me abrieron la puerta del Senado, entré y me senté en el sillón del vicepresidente». Y, por lo que sea, lo entendimos todos mal.
¿Que si le hizo ilusión sentarse en el sillón de Mike Pence? «Más o menos», contesta. «Me senté en esa silla porque quería tener una vista de toda la sala para asegurarme de que nadie robaba nada, que no se cometieran actos de vandalismo ni se hiciera daño a nadie». Eso sí, Chansley no menciona las imágenes en las que se le ve gritar: «¡Se acabó el tiempo, hijos de puta!»
Descrito por los fiscales como «el símbolo más destacado de una insurrección violenta», Chansley (Jake Angeli) fue condenado a 41 meses de prisión en 2021 tras declararse culpable de un cargo de obstrucción ilegal de un procedimiento oficial. Cumplió 27 meses. Sostiene Chansley en el periódico que su familia no era muy activa en política y que él eligió seguir ese camino porque, como «activista espiritual», veía que los sistemas socioeconómicos y geopolíticos estaban tan corrompidos como nuestro sistema espiritual. Su padre era alcohólico y se suicidó en 2013. Él se alistó en la Marina estadounidense pero se negó a vacunarse contra el ántrax y fue destituido.
El 6 de enero de 2021 llegó al Capitolio tras una marcha de 35 horas de viaje a pecho descubierto. Dice que utilizó técnicas de Wim Hof (el atleta extremo holandés conocido como Iceman por darse baños de hielo) para mantenerse caliente, durante el discurso de Trump. Y que fue aburrido. «Se repetía mucho, y yo quería hacer algo divertido», recuerda. «Vi que todos los que salían iban al Capitolio. Así que pensé: ‘Bueno, supongo que nos vamos’. Entré en el edificio e impedí que alguien robara. Poco después, canté mi canción chamánica en la terraza superior de la cámara del Senado». Su imagen deambulando por el Capitolio se dinfundió rápidamente por las redes y, de regreso a Arizona, su madre le dijo que le estaban buscando. Chansley se entregó. Durante el juicio, el ‘chamán de QAnon’ afirmó que lo que hizo fue terrible y que no había excusas para el comportamiento que tuvo ese día. En la prisión le diagnosticaron esquizofrenia transitoria, trastorno bipolar, depresión y ansiedad. En marzo de 2023 fue puesto en libertad en un centro de reinserción social, y dos meses después se le concedió la libertad vigilada.