Tribunal keniano frustra plan para Haití
Las pandillas se han apoderado de barrios enteros en la capital de Haití y los asesinatos se han más que duplicado en el último año, pero para los organizadores del Festival de Jazz de Puerto Príncipe, el espectáculo simplemente tenía que continuar.
Mientras 11.5 millones de haitianos batallan para alimentar a sus familias o ir a trabajar porque temen convertirse en víctimas de pistoleros o secuestradores, también luchan por recuperar un sentido seguro de rutina —ya sea que eso venga con la ayuda de soldados internacionales o no. “Necesitamos algo normal”, dijo Miléna Sandler, directora ejecutiva de la Fundación de Jazz de Haití, cuyo festival tuvo lugar recientemente en Puerto Príncipe. “Necesitamos elecciones”.
El 26 de enero, un tribunal de Kenia bloqueó un plan para desplegar mil agentes de policía kenianos en Haití, el elemento clave de una fuerza multinacional destinada a ayudar a estabilizar la nación. Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, se ha hundido aún más en la zozobra en los casi tres años transcurridos desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Los mandatos de todos los alcaldes del país terminaron hace casi cuatro años y el primer ministro, Ariel Henry, no ha podido restablecer el orden.
Con el plan de despliegue respaldado por las Naciones Unidas y financiado en gran medida por Estados Unidos en suspenso, los haitianos se preguntan: ¿y ahora qué?
El gobierno de Kenia dijo que apelaría el fallo del tribunal. Y ninguna otra nación ha mostrado voluntad alguna por liderar una fuerza internacional.
Muchos haitianos dicen que el país debe encontrar sus propias soluciones. Los expertos opinan que es necesario reconstruir el Gobierno, la policía, el Parlamento y otras instituciones del país.
“Ya no queremos ser una colonia de EE. UU.”, dijo Monique Clesca, miembro de la Comisión para la Búsqueda de una Solución Haitiana
a la Crisis, un grupo que intentó idear un plan para abordar los problemas del país.
“Eso no significa que no queramos ayuda. Significa que debe negociarse con personas que sean legítimas y que consideren los mejores intereses de Haití”. “¿Debemos esperar interminablemente a que llegue una fuerza?”, dijo Lionel Lazarre, que encabeza uno de los dos sindicatos de policías de Haití. “¡No! Ya tenemos una fuerza policial”.
Aunque Haití tiene una historia de intervenciones externas desastrosas, Judes Jonathas, un consultor que trabaja en proyectos de desarrollo en el país, dijo que muchos haitianos estaban decepcionados por la decisión del tribunal.
“Si le preguntas a la gente en Haití qué necesita, es seguridad”, dijo, y agregó: “Realmente no creo que los actores internacionales verdaderamente comprendan lo que está sucediendo en Haití. Simplemente no vemos un futuro”.