Vehículos eléctricos tienen un enemigo frío
CHICAGO — Cuando Chicago registró hace poco temperaturas extremadamente gélidas, las estaciones de recarga de vehículos eléctricos se convirtieron en escenarios de desesperación: baterías agotadas, conductores agresivos y filas que llegaban hasta la calle. “Cuando hace tanto frío, los autos no funcionan bien, los cargadores no funcionan bien y la gente no funciona tan bien”, comentó Javed Spencer, un chofer de Uber que había pasado la mayor parte de tres días cargando su Chevy Bolt alquilado y preocupado por quedarse tirado con la batería agotada —otra vez. Spencer, de 27 años, dijo que se dirigía a una estación de recarga cuando le quedaban unos 50 kilómetros de batería. En cuestión de minutos, se agotó la batería. Hizo remolcar el auto hasta la estación. La recarga de la batería, que suele tomar una hora, tardó cinco horas. Dado que más personas que nunca tienen vehículos eléctricos, las olas de frío este invierno han creado dolores de cabeza en EU, agotando las baterías y reduciendo la autonomía.
Los vehículos utilizan más energía para calentar sus baterías y la cabina en climas fríos, por lo que es normal ver un aumento en el consumo de energía, indica Tesla en su sitio de internet, donde ofrece algunos consejos: Mantenga el nivel de carga por encima del 20 por ciento y utilice la función de “salida programada” para registrar el inicio de un recorrido con antelación.
De esa manera, el vehículo puede determinar el mejor momento para comenzar a cargar y preacondicionar, permitiéndole operar con la máxima eficiencia desde que arranca.
En un estacionamiento helado en Chicago, conductores de Tesla hacían fila, acurrucados en sus autos, esperando una recarga. Los 12 cajones de carga estaban ocupados. Joshalin Rivera, quien tiene un Tesla Model 3 2023, dijo que alrededor de un tercio de la batería de su auto se gastaba por el frío durante las noches. Todas las mañanas pasaba horas esperando en la fila y cargando el coche.
Un vehículo eléctrico tiene dos baterías: una pila de bajo voltaje y otra de alto voltaje. En clima particularmente frío, la batería de 12 voltios, de menor voltaje, también puede perder carga, como ocurre en vehículos tradicionales. Cuando eso sucede, el VE no se puede recargar con un cargador rápido hasta que se haya puesto en marcha la batería de bajo voltaje, señaló Albert Gore III, un ex empleado de Tesla que ahora es director ejecutivo de la Asociación de Transporte de Emisiones Cero, que representa a fabricantes automotrices, entre ellos Tesla.
Los dos lados de la batería —el ánodo y el cátodo— tienen reacciones químicas que se desaceleran en temperaturas extremadamente frías. Eso hace más lenta la carga y la descarga de la batería, dijo Jack Brouwer, director del Clean Energy Institute.
Algunos en la industria sugieren que la infraestructura de recarga en Chicago simplemente pudo haber sido rebasada por el clima extremadamente frío. Algunos de los países con mayor uso de vehículos eléctricos también figuran entre los más fríos. En Noruega, donde casi uno de cada cuatro vehículos es eléctrico, los conductores están acostumbrados a tomar medidas, como precalentar el auto, para aumentar la eficiencia, dijo Lars Godbolt de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos. Es probable que el clima frío no sea un problema tan grande a medida que las compañías actualicen los modelos de vehículos eléctricos. En los últimos años, las armadoras han desarrollado capacidades que permiten que los modelos más nuevos sean más eficientes en el frío. James Boley, vocero de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores, un grupo comercial de Gran Bretaña, dijo que el problema no era tanto la capacidad de los vehículos eléctricos para funcionar bien en el frío, sino la incapacidad de brindar infraestructura como estaciones de recarga.
Con los vehículos a gasolina o diésel, los conductores están seguros de que encontrarán gasolineras y, por lo tanto, están menos concentrados en la menor eficiencia de esos vehículos en climas fríos, dijo.