Felices en Barrio Lindo por entrega de plantel
Estudiantes. “Estamos felices y contentos de estar aquí porque ya no nos mojamos, aquí estamos más cómodos y tenemos más espacio”, dijeron.
A los estudiantes de la “Escuela Comunitaria Barrio Lindo”, sus libros y sus útiles ya no se les mojarán en las jornadas escolares diarias; ya no corren peligro con cables de electricidad colgando en la cercanía de sus cabezas, ni son obligados a trabajar aglutinados unos con otros. Ahora, los 230 niños y niñas del nivel inicial y básico, que están a cargo de la directora, Silvia Beltrán, disfrutan del primer plantel completamente equipado, perteneciente a su escuela aún en proceso de terminación, tras 13 años de lucha porque se completara su construcción, mientras eran sometidos a una educación en medio de las más precarias condiciones. “Estamos felices y contentos de estar aquí porque ya no nos mojamos, aquí estamos más cómodos y tenemos más espacio”, reconocieron los infantes a periodistas del LISTÍN DIARIO, quienes realizaron una visita para conocer su actual situación de estudios.
El año pasado, el LISTÍN DIARIO compartió la historia de Barrio Lindo, un subsector que se caracteriza por ser una comunidad virgen del sector Villa Mella, en Santo Domingo Norte, con calles sin hacer y síntomas de pobreza que resaltan entre las casas. La igual realidad que evidenciaban los tres pequeños ranchos, separados por
buenas distancias, donde recibían docencia los estudiantes. El plantel inició a trabajar en el año 2006, gracias a los esfuerzos de la misma comunidad, en vista de la necesidad educativa de sus niños y niñas, ante la imposibilidad de inscribirse en las escuelas públicas aledañas, ya que les resultaban lejanas. Aunque iniciaron unos pocos, con el tiempo el centro educativo fue tomando fuerza y cada vez llegaron más alumnos, propiciando su mover cada cierto tiempo por su comodidad, a pesar de ser reconocidos por el Ministerio de Educación (Minerd).
No fue hasta el 2011, durante el gobierno de Leonel Fernández, cuando el Minerd dispuso la construcción del plantel que albergaría a los cientos de alumnos del grupo; con tres bloques que conforman 24 aulas, un edificio administrativo y un comedor, lo que dio pie a una nueva guerra.
Existía locación, incluso se inició la construcción, pero el lugar se convirtió en un simple pabellón a medio hacer, abandonado, mientras Barrio Lindo, que anhelaba y necesitaba el lugar, seguía pasando dificultades.
Un paso más cerca
Hoy la comunidad educativa de Barrio Lindo celebra sentirse un paso más cerca de tener un centro con la naturaleza y cualidades necesarias para propiciar la correcta desenvoltura de la formación académica. “Me siento muy contenta. Extremadamente feliz, yo les digo a los muchachos que incluso más que ellos mismos”, manifestó Beltrán, quien fue primero maestra y más tarde directora, al señalar que ahora están un paso más cerca de tener su anhelo de largos años.