Cueva de las Maravillas Patrimonio natural
Espeleoturismo.
grandes patrimonios naturales de República Dominicana.
La intervención del lugar, en la que destacan el alumbrado y disposición del recorrido para los visitantes, le han merecido el reconocimiento internacional. Sus formaciones geológicas son impresionantes y sus pictografías (472) y petroglifos (19) son un referente del arte rupestre prehispánico en las Antillas. Pero poco se habla del bien cuidado y acogedor entorno verde que rodea la cueva. De los senderos dispuestos sobre la explanada donde se inicia el recorrido, con sus parches de rocas ‘dientes de perro’ que recuerdan el origen cárstico de la zona; con muchas especies propias del bosque seco y una enorme colección de guáyiga
que pinta de verde intenso el paisaje.
O de las raíces de los higüillos que penetran a la caverna y dibujan “culebrillas” marrones sobre la piedra caliza.
O de la sobrecogedora impresión que provoca contemplar la catedral que sirve de marco al espejo de agua más grande de la gruta, el manantial (jagüeyes) donde los visitantes tientan a la suerte con monedas. O de la buena disposición y conocimientos que manejan los guías (como Henry Castro) que responden a la avalancha de preguntas de los curiosos visitantes.
¿Cuántos miles de años tardarán las estalactitas y estalagmitas en encontrarse y formar nuevas y majestuosas columnas? ¿Qué mensajes querían transmitir los aborígenes en las figuras para nosotros “ininteligibles” de sus galerías de arte? ¿Qué hay detrás de aquel recodo? ¿Qué esconden los nichos cerrados al visitante? ¿Por qué dicen que no se puede tomar fotos? ¿Se han perdido personas en la cueva? ¿Por qué hay limo sobre algunas rocas a 25 metros bajo tierra?
El sistema de cavernas forma parte del monumento natural Río Cumayasa y Cueva de Las Maravillas (Ley-20204), área protegida que comparten las provincias San Pedro de Macorís y La Romana con una extensión aproximada de 88.5 kilómetros cuadrados.