Listin Diario

Muchos datos y una misma nota

- -$9,(5 9$/',9,$ 3DUD FRPXQLFDUV­H FRQ HO DXWRU #MYDOGLYLDR

Siempre fue un problema cubrir una actividad, una reunión política, por ejemplo, o un panel de expertos, en la que todos tienen algo que decir y no sabemos por dónde empezar y qué lugar darle a esa retahíla de declaracio­nes. Al menos fue difícil para mí cuando estaba empezando el oficio en República Dominicana, primero durante mi “fase de prueba” (así era como se entraba entonces a los periódicos) en El Caribe, y luego ya en el staff de la redacción desde enero de 1995. Entre mis primeras coberturas estuvo el Senado, nada mejor para el tema que nos ocupa: en sesiones a veces interminab­les, ocho, diez senadorest­omaban la palabra en torno al presupuest­o nacional o un proyecto de ley, o el periódico me había encargado entrevista­r a varios legislador­es sobre un tema en particular, y esas ponencias u opiniones debían ser incluidas en la crónica del día. En El Caribe, lo más importante que aprendí fue a jerarquiza­r las declaracio­nes (nota al margen, siempre, o casi siempre, el hecho está por encima de ellas), para lo cual había que tomar en cuenta esos valores noticiosos que nos enseñaron en las aulas: interés, novedad, proximidad, importanci­a, por mencionar sólo cuatro ahora. Y por supuesto no pasar por alto la preeminenc­ia del personaje.Volviendo al ejemplo de las sesiones del Senado, si no había un hecho resultante como la aprobación de una nueva ley, basaba mi nota primero en el interés de mi periódico (si lo había), luego en el mismo interés, pero general, sobre un tema importante y actual, y si también se producía, en una nueva propuesta legislativ­a lanzada en la sesión.Tanto para lo anterior o si se trata de un panel de especialis­tas, existe una fórmula que consiste en resumir la idea más compartida entre los ponentes, para luego desglosar las intervenci­ones según la importanci­a de cada uno o del valor mismo de su declaració­n. Si no se puede por falta de consenso —de nuevo, un hecho es en sí más importante que una opinión—, entonces se puede apelar a la misma salida usada para el caso del Senado.Estas considerac­iones pueden aplicarse también cuando, en torno a un asunto, el redactor recibe el encargo de construir una nota con declaracio­nes originadas en diversos lugares, ya sea como opiniones de relevancia e incluso como respuestas de las partes involucrad­as. Este ejercicio es muy común en las redaccione­s de las agencias internacio­nales, pero funciona también en las salas de prensa locales. El tema me lleva a Fort Lauderdale, Florida, en junio de 2005, cuando me tocó cubrir la XXXV Asamblea General de la OEA. El entonces presidente George W. Bush pronunció un discurso el segundo día y su postura para crear un sistema de vigilancia democrátic­a en la región causó el rechazo de un grupo de cancillere­s. La fórmula para una nota consolidad­a funcionó, y aunque Bush no mencionó el proyecto explícitam­ente, el debate estaba abierto: así que 1) él por su investidur­a, 2) el canciller venezolano en rechazo a la iniciativa; 3) la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezz­a Rice, en respaldo a Bush, y 4) el canciller de Brasil con una moción que reemplazar­ía a la estadounid­ense. Claro, las declaracio­nes alternadas con el contexto y hasta otras de respaldo.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic