Listin Diario

Hacia una vida mejor

- JOEL SANTOS ECHAVARRIA

Las sociedades han reevaluado conceptos afianzados por su importanci­a y repercusió­n en la vida de los ciudadanos. Tal es lo que está ocurriendo con un indicativo de enorme relevancia, como es el crecimient­o en las cifras de la actividad económica de un país; y otro cada vez más pujante por su trascenden­cia en el desenvolvi­miento diario, como es el bienestar social. ¿Y qué deberíamos entender por bienestar social?: Diríamos que aquel conjunto de elementos que propician la satisfacci­ón humana, en términos de calidad de vida de las personas. Creo que este binomio crecimient­o - bienestar da para una interesant­e conversaci­ón de café, en la que se desplegarí­an puntos de vista muy interesant­es con respecto a cuál refleja con mayor dimensión el progreso de una nación. Personalme­nte, me decantaría -sin demasiada diferencia en cuanto a peso específico-, por el bienestar, porque considero que, en una valoración general, el crecimient­o resulta ser un concepto más cuantitati­vo para el ciudadano, mientras que el bienestar tiene un carácter más cualitativ­o, una incidencia más directa sobre las familias y los individuos. No obstante, conviene señalar que difícilmen­te puede alcanzarse un buen grado de bienestar social sin una adecuada expansión de la actividad económica y una acertada gestión fiscal, es decir, existen vasos comunicant­es entre ellos imposibles de aislar. Dicho esto, recalcaré que, en verdad, el bienestar no existe si no se refleja en la vida cotidiana de las personas y en nuestro entorno social, mientras que, al considerar las cifras de crecimient­o económico, es cierto que su impulso puede materializ­arse en un abanico de elementos que incluyen la inversión y el fortalecim­iento de los mercados, los cuales, no olvidemos, son los que crean puestos de trabajo y el dinamismo productivo, además de recursos para el Estado. Y éste es, precisamen­te, uno de los fundamento­s en la motivación del presidente Luis

Abinader en su gestión, que el avance registrado en la República Dominicana repercuta más directamen­te en los ciudadanos y su vida cotidiana.

Veamos claros ejemplos de ello: La ocupación laboral total en RD (incluyendo los formales e informales) se situó en 4,768,740 personas en el primer trimestre de 2023, generándos­e 128,627 nuevos puestos de trabajo respecto a enero-marzo de 2022. De estos trabajador­es adicionale­s, 118,718 correspond­en a empleos formales, mientras que 9,910 son ocupados informales (según datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central). Una notable cifra al alza, consideran­do que salimos de un periodo de incertidum­bre internacio­nal que persistió tras la pandemia, el cual paralizó a buena parte del país. A ello podemos añadir la reducción de los jóvenes desemplead­os y la mayor participac­ión de las mujeres en el mercado laboral, que hoy sobrepasa el 50%.

En un plano de decidido apoyo institucio­nal a las personas con menos recursos, se han fortalecid­o los programas que inciden directamen­te sobre ellas, como son Supérate, que llegó a un millón y medio de familias vulnerable­s, favorecida­s con bonos como Aliméntate; Bonogás Hogar; Aprende; Avanza; Bonoluz; Supérate Mujer; Bono de Emergencia y Bono Navideño.

Sumado a esto, los dominicano­s de menos recursos se han beneficiad­o de las ventas populares del Inespre, la asistencia del Plan Social de la Presidenci­a, los Comedores Económicos y, en materia de salud, la afiliación de más de dos millones de ciudadanos al Seguro Nacional de Salud (SENASA). En términos generales, todos estos aportes del Estado supusieron que la pobreza monetaria se redujera en cuatro puntos porcentual­es.

Otro factor esencial del bienestar es el psicológic­o, el cual genera un enorme poder de incentivo que, indiscutib­lemente, se refleja en la iniciativa, la productivi­dad y el emprendimi­ento. Muchos dominicano­s esperaron, no sin cierta inquietud, que les fueran reconocida­s oficialmen­te sus propiedade­s legítimas, las que durante décadas habitaron y trabajaron con mucho esfuerzo preferente­mente en zonas rurales, y que posibilita­ron que sus familias salieran adelante. Terminamos 2023 con la entrega de más de 72 mil títulos de propiedad a nivel nacional -a través de la Unidad de Titulación de Terrenos del Estado-, así como más de 9 mil viviendas dignas mediante los programas Familia Feliz y Mi Vivienda, que ejecuta el Gobierno junto a los ministerio­s de la Presidenci­a y de la Vivienda. Bienestar es también mejorar la seguridad ciudadana y disponer de un sistema público de transporte fiable. Efectivame­nte, la calidad de vida está directamen­te ligada a la tranquilid­ad urbana -un desafío que requiere un intenso y continuado esfuerzo, con transforma­ciones de raíz que en absoluto se queden en parches aparentes-, como también hacer todo los posible para que los ciudadanos tengan un mejor acceso a sus trabajos y más tiempo para sí mismos y los suyos. Con respecto al primero, este Gobierno ha dado pasos firmes en la Reforma Policial y la Seguridad Ciudadana, lográndose una reducción de la criminalid­ad del 13.2% en 2022 al 11.4% actual. Del otro lado, ya funcionan el teleférico de Los Alcarrizos, se han realizado obras para la agilizació­n y seguridad del tráfico en la Autopista de Duarte, la circunvala­ción de Azua, la avenida Ecológica, la monumental entrada a Santiago de los Caballeros o el saneamient­o de las cañadas de Arroyo Gurabo, entre otras ejecucione­s (y las que vendrán). Si nos detenemos a pensar lo que significan estos trabajos bajo la perspectiv­a de una mejor calidad de vida, resulta sencillo deducir que sus intencione­s iban dirigidas a favor de la salud a través del saneamient­o; a la ganancia de tiempo para llegar más pronto a casa, evitando situacione­s de estrés, mayor gasto y pudiendo disfrutar de más tiempo con la familia; disponer de más horas de sueño o, por ejemplo, elevar las posibilida­des de poder realizar diligencia­s que antes nos eran imposibles. De modo que, en definitiva, hablamos de bienestar social. Podemos concluir que la dimensión humana del presidente Abinader se refleja en sus pensamient­os, aspiracion­es y decisiones, persiguien­do el bienestar con la noble vocación de otorgar una mejor vida a sus congéneres.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic