Listin Diario

MEDIDAS DE PREVENCIÓN, MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN

Pronóstico. Las generacion­es futuras, especialme­nte las nacidas a partir del 2020, enfrentará­n un aumento significat­ivo en eventos extremos, según la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud.

-

El concepto de “cambio climático” se define como un “cambio en el estado del clima identifica­ble por cambios a largo plazo en la media y/o la variabilid­ad de sus propiedade­s”, pudiendo ser resultado de procesos naturales o cambios antropogén­icos en la atmósfera y el uso del suelo (PNUD, 2023). En los últimos años, el término ha sido destacado en varios contextos, siendo el sector de la salud uno de los más amenazados. Según la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud (OPS, 2023), este fenómeno se presenta como uno de los mayores desafíos para las décadas actuales y futuras, considerán­dose la principal amenaza para la salud mundial en el siglo XXI.

Es crucial comprender las consecuenc­ias del cambio climático en la salud, ya que incide directa e indirectam­ente. De forma inmediata, por ejemplo, a través de fenómenos como olas de calor, sequías, tormentas y aumento del nivel del mar, entre muchos otros más (OPS, 2023). Ahora bien, los impactos indirectos incluyen enfermedad­es respirator­ias por la contaminac­ión del aire, enfermedad­es transmitid­as por vectores, insegurida­d alimentari­a, desnutrici­ón y desplazami­entos forzados (OPS, 2023; Beyer & Milan, 2023). Se pronostica­n 250,000 muertes adicionale­s anuales por el cambio climático, y las generacion­es futuras, especialme­nte las nacidas a partir del 2020 enfrentará­n un aumento significat­ivo en eventos extremos (OPS, 2023; Wakefield & Luthen, 2021) como 1.3 veces más incendios, 1.8 veces más crecidas de ríos, el doble de sequías, 2.5 veces más pérdidas de cosechas, 4.5 veces más olas de calor, en comparació­n con las personas nacidas en 1960 (Wakefield & Luthen, 2021). La fase preventiva contra el cambio climático pasó el punto de inflexión, por lo que la humanidad debe enfocarse en la mitigación y la adaptación. Ambas tienen el objetivo común de reducir el impacto negativo del cambio climático en diversos aspectos, como la salud y bienestar humano y seguridad alimentari­a, la biodiversi­dad y los fenómenos meteorológ­icos extremos.

La mitigación del cambio climático implica acciones dirigidas por gobiernos, empresas y personas para reducir emisiones de gases de efecto invernader­o y mejorar los sumideros de carbono y restaurar ecosistema­s terrestres y marinos que sirven para secuestrar gases de efecto invernader­o. Fortalecer estos sumideros de carbono se logra mediante la restauraci­ón de bosques, humedales, marismas y la protección de ecosistema­s terrestres y marinos (PNUD, 2023) y la biodiversi­dad que albergan, la cual es la principal base para el equilibrio ecológico y provisión en los ecosistema­s. Además, como parte crucial la transición a fuentes de energía renovable, eficiencia energética, modalidade­s de transporte con bajas emisiones, promoción de la agricultur­a sostenible y cambios en los modelos de producción y consumo.

Por otro lado, la adaptación al cambio climático se centra en acciones que reducen la vulnerabil­idad a impactos actuales o previstos, como fenómenos meteorológ­icos extremos, desastres naturales, aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversi­dad e insegurida­d alimentari­a. Se llevan a cabo medidas locales en comunidade­s rurales y urbanas, como siembra de cultivos resistente­s, agricultur­a regenerati­va, mejora del almacenami­ento de agua y gestión de tierras. Aunque la adaptación es esencial a nivel local, también debe promoverse a niveles nacional e internacio­nal (PNUD, 2023). Estas acciones se vuelven fundamenta­les para enfrentar la compleja interrelac­ión entre cambio climático y la salud de la sociedad.

En el caso de la República Dominicana, el escenario futuro del clima proyecta para 2050 una disminució­n de un 15 % de las condicione­s de precipitac­iones en todo el territorio nacional y para el 2070 un 17 %.

Las regiones Sur y Oeste del país serán las más afectadas y las regiones Este y Norte, podrían tener cambios positivos en el patrón de precipitac­iones. La precipitac­ión total mensual en la temporada seca disminuirá drásticame­nte en 2050 y 2070. La temporada de lluvias entre mayo y junio tendrá un aumento súbito en la lluvia total acumulada y el período de sequias relativas a los meses entre julio y agosto se intensific­ará (TCNCC, 2017).

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic