Abinader pierde si gana
Por extraño que parezca, si el Partido Revolucionario Moderno (PRM) gana la alcaldía de Santiago, el presidente Luis Abinader puede perder las elecciones de mayo. El candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, es alcalde de Santiago, si su partido pierde ahí, posiblemente naufragará su candidatura.
Entonces la candidatura del ex presidente Leonel Fernández encabezará la boleta opositora. El tres veces presidente le lleva millas a Abinader. Fernández tiene su honestidad cuestionada por sus manejos de fondos públicos, pero esa no es una condena perpetua. Recordemos que Joaquín Balaguer gobernó 12 años y salió del poder con reputación de “asesino”, con “manos ensangrentadas”, se reivindicó en ocho años después, lo eligieron presidente.
Hay diferencias abismales entre Balaguer y Fernández, es innegable. Los “crímenes de Balaguer” se olvidaron en ocho años, en 12 se pueden olvidar los “robos de Fernández”.
Una derrota del PLD en Santiago, matará ese partido. Entonces los peledeístas se unirán a la candidatura de Fernández en su nuevo partido, la Fuerza del Pueblo.
Fernández encabezando una boleta apoyada por la maquinaria peledeísta reunificada y aceitada, será muy mala noticia para Abinader.
Si el gobierno gana Santiago, quedan 10 municipios donde la oposición debe tener buen desempeño para llegar a mayo en condiciones de competir por la presidencia.
Junto a Santiago, Santo Domingo Este, Norte, Oeste y el Distrito Nacional, tienen más de tres millones de habitantes. Más Higüey, Los Alcarrizos, La Vega, San Cristóbal, San Pedro y San Francisco de Macorís, pasan de cinco millones, ellos decidirán las elecciones.
Las votaciones en esos 11 municipios serán la encuesta más contundente y confiable que tendremos para las elecciones presidenciales.
Si el gobierno pierde Santiago, Martínez mantendrá la candidatura presidencial del PLD, la situación para Abinader será mucho más cómoda que si Fernández encabezara la boleta opositora. Los estrategas políticos del gobierno y la oposición deben calcular cuidadosamente cada movida.
Estamos ante un poema sobre las contradictorias complejidades de la política, se pierde ganando, también se gana perdiendo.