Ghandi: El mito cuestionado
Es el ideólogo de la no violencia, el padre de la independencia de la India, un sólido líder espiritual y un icono de los movimientos pacifistas. Pero fue también un ser humano, con pasiones carnales.
comenzó a consolidarse como revolucionario social y líder espiritual. Gandhi llegó allí para trabajar como abogado, con un contrato de un año, pero pronto observó los abusos que allí sufrían los hindúes y decidió encabezar la lucha por sus derechos. Desde que se conocieron, Kallenbach se convirtió en un fervoroso seguidor del Mahatma, hasta el punto de que seis años más tarde, en 1910, el alemán le regaló las tierras donde Gandhi levantó la granja Tolstoi, una colonia en la que invitaba a vivir a sus seguidores siempre que siguiesen sus normas, una alimentación vegetariana, sin tabaco ni café y sin sexo. Gandhi compartía la casa principal con Kallenbach.
Lelyveld afirma incluso que en 1908 Gandhi apartó momentáneamente a su mujer por el hombre al que escribió: «Has tomado completamente posesión de mi cuerpo. Esto es una verdadera esclavitud». En esa correspondencia, Gandhi se mencionaba a sí mismo como «casa superior» y a Kallenbach como «casa inferior». Y le hacía prometer al alemán que no mirase «con lujuria a ninguna mujer». Kallenbach planeaba acompañar a Gandhi de regreso a la India en 1914, pero al estallar al Primera Guerra Mundial, los británicos le hicieron prisionero de guerra, por ser alemán, y estuvo detenido hasta 1917. Después de la guerra regresó a Sudáfrica y siguió en contacto con Gandhi, pero el creciente antisemitismo en Europa hizo que redescubriese sus raíces judías y se hizo un activo sionista. En 1937 visitó a Gandhi para pedirle que apoyase el sionismo. Pese a no encontrar el respaldo deseado y a que Kallenbach no creía que la táctica de la no violencia sirviese con Hitler, conservó su amistad con Gandhi hasta su muerte, en 1945. Que Lelyveld incidiera en esta relación fue considerado una ofensa en la India. Para entenderlo, un dato: hasta 2009, la homosexualidad era ilegal. El autor norteamericano apuntó que había sido malinterpretado. «El libro no dice que Gandhi era bisexual ni homosexual. Dice que era célibe y que tenía un profundo apego a Kallenbach».
Pero el libro recoge suficientes frases inquietantes en las 13 cartas que se conservan escritas por Gandhi al alemán: «No puedo imaginar nada más feo que el sexo entre hombres y mujeres y el olor de la vaselina es un constante recuerdo» de Kallenbach. Ramachandra Guha, el historiador que primero descubrió las cartas entre las posesiones de una sobrina nieta de Kallenbach, intentó explicarlo: «Usaban vaselina en los callos de los pies que les salieron porque tenían que caminar mucho para ir a su trabajo». Puede ser. Es cierto que en la misma carta hay referencia explícita a los callos y Gandhi se declaraba célibe, pero la sexualidad era una de sus principales obsesiones. Según Jad Adams, autor de Gandhi: naked ambition, todo vendría del trauma sufrido cuando, con 16 años, un sirviente le anunció la muerte de su padre mientras él mantenía relaciones sexuales con su esposa. Gandhi, muy unido a su padre, sintió una tremenda culpa, según él mismo contó. Es también de conocimiento público que durante años, el Mahatma compartió su cama con menores de edad. Lo hacía dijo para probar su autocontrol como célibe y para sentir calor en las noches de invierno. En una carta de 1945, él mismo se refiere a «las mujeres o niñas que han estado desnudas conmigo». El sexo, además, se convirtió en el tema más importante de sus largos monólogos, después de la ahimsa (la no violencia). Entre las jóvenes con las que ‘experimentó’ estuvo Abha, la esposa de 16 años de su sobrino-nieto Kanu, y su sobrina-nieta de 19 años, Manu. Gandhi, desde luego, recibió muchas críticas por estos “experimentos”, como él mismo los llamaba. Incluso de sus seguidores. Su estenógrafo, R. P. Parasuram, renunció cuando sorprendió a Gandhi acostado desnudo con su sobrina-nieta. Y Nirmal Kumar Bose, asistente, lo abandonó argumentando que «la naturaleza de los experimentos de Gandhi sobre la brahmacharya (o celibato) aún permanecen desconocidos». Es de esperar que los documentos de Kallenbach contribuyan a que se conozcan algo mejor.