Brote de dengue presagia una crisis creciente
RÍO DE JANEIRO — Brasil está experimentando un enorme brote de dengue, la enfermedad transmitida por mosquitos, que puede llegar a ser mortal, y los expertos en salud pública dicen que es un presagio de un próximo repunte de casos en toda América. El Ministerio de Salud de Brasil advierte que tiene previsto más de 4.2 millones de casos este año, superando los 4.1 millones de casos que registró la Organización Panamericana de la Salud, en los 42 países de la región el año pasado.
Se esperaba que Brasil tuviera un mal año en materia de dengue —la cifra de casos del virus suelen subir y bajar cada cuatro años aproximadamente — pero los expertos afirman que varios factores, como El Niño y el cambio climático, han magnificado el problema. “Las temperaturas máximas históricas en el país y las precipitaciones superiores al promedio desde el año pasado, incluso antes del verano, han aumentado el número de criaderos de mosquitos en Brasil”, dijo Nísia Trindade, la ministra de Salud de esa nación.
El número de casos de dengue ya se había disparado en Argentina, Uruguay y Paraguay en los últimos meses, durante el verano del hemisferio sur. “Cuando vemos oleadas en un país, generalmente las veremos en otros países, a ese nivel estamos interconectados”, dijo Albert Ko, experto en dengue en Brasil y profesor de salud pública en la Universidad de Yale, en Connecticut. La Organización Mundial de la Salud advirtió que el dengue pronto se convertirá en un problema urgente de salud mundial, con un número récord de casos el año pasado y brotes en lugares, como Francia, que nunca antes habían reportado la enfermedad. Tres cuartas partes de las personas infectadas no presentan ningún síntoma y, entre quienes sí lo tienen, la mayoría de los casos se asemeja a una gripe leve. Pero algunas infecciones producen dolores de cabeza, vómitos, fiebre alta y dolor en las articulaciones que le da a la enfermedad el apodo de “fiebre rompehuesos”. Un caso grave de dengue puede debilitar a una persona durante semanas. Y alrededor del 5 por ciento de las personas pasan luego a un dengue grave, que hace que el plasma, el componente líquido rico en proteínas de la sangre, salga de los vasos sanguíneos. Algunos pacientes pueden entrar en lo que puede derivar en insuficiencia orgánica. El dengue grave tiene una tasa de mortalidad entre el 2 y el 5 por ciento, en personas cuyos síntomas se tratan con transfusiones de sangre y líquidos intravenosos. Si no se atiende, la tasa de mortalidad es del 15 por ciento.
En Brasil, los gobiernos estatales están estableciendo centros de emergencia para hacer pruebas de dengue a las personas y atenderlas. La ciudad de Río de Janeiro declaró una situación de emergencia sanitaria el 5 de febrero, días antes del comienzo de la celebración anual del Carnaval, que atrae a decenas de miles de personas en fiestas al aire libre.
El dengue tiene cuatro serotipos, que son como virus primos. Una persona que ha tenido un serotipo de dengue en el pasado tiene un mayor riesgo de desarrollar dengue grave por infección con otro serotipo. “En este momento circulan en Brasil serotipos que no han circulado en 20 años”, añadió Ernesto Marques, profesor asociado de enfermedades infecciosas y microbiología en la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania. “Las cosas se pondrán muy, muy mal”, comentó Marques.