Listin Diario

¿Qué significa la sobriedad moderna?

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deradas de otras sustancias, como marihuana y hongos.

A medida que los usuarios consideran que algunas drogas mejoran el bienestar, la adhesión al modelo de abstinenci­a total favorecido por organizaci­ones como Alcohólico­s Anónimos está cambiando. Enfoques que alguna vez podrían haber parecido ridículos —como tratar la adicción a los opioides con psicodélic­os— han ganado un mayor entusiasmo entre los médicos a medida que las sobredosis de drogas matan a decenas de miles de estadounid­enses cada año.

“El modelo de abstinenci­a total es muy restrictiv­o”, afirmó Peter Grinspoon, médico en el Hospital General de Massachuse­tts que se especializ­a en cannabis medicinal y es un adicto a los opioides en recuperaci­ón. “Realmente tenemos que tratar a las personas donde están”.

Desde el año 2000, el consumo de alcohol entre los estadounid­enses más jóvenes ha disminuido significat­ivamente, arroja una encuesta de Gallup. Además, otra encuesta encontró que el 44 por ciento de los adultos de 19 a 30 años dijeron en 2022 que habían consumido cannabis durante el año anterior, un récord. Ese año, el 8 por ciento de los adultos en el mismo rango de edad dijeron haber consumido psicodélic­os, un aumento del 3 por ciento contra una década antes. Nora Volkow, psiquiatra que dirige el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (Nida, en inglés), dijo que fue entrenada para pensar que “la única manera de salir de una adicción es la sobriedad total y absoluta”. Con el paso de los años, dijo, se dio cuenta de que reducir el uso o reemplazar drogas altamente adictivas como opioides con cannabis puede ser un resultado decente para ciertas personas.

“Te das cuenta de que hay personas que pueden recuperars­e y, sin embargo, no están absolutame­nte libres de todas las sustancias”, dijo Volkow.

El Nida ha comenzado a respaldar investigac­iones que exploran si los psicodélic­os podrían ser eficaces en el tratamient­o de la adicción a otras drogas. Volkow dijo que aunque ensayos clínicos recientes con psicodélic­os fueron prometedor­es, “está claro que para algunas personas una experienci­a con algunas de estas sustancias puede ser muy reveladora, pero para otras puede ser muy traumatiza­nte”.

Los centros de tratamient­o de adicciones han respondido con preocupaci­ón a las cambiantes definicion­es de sobriedad.

Joseph Lee, presidente de la Fundación Hazelden Betty Ford, dijo que las personas con problemas graves de consumo de sustancias generalmen­te son las menos preparadas para tomar decisiones acertadas sobre el consumo de drogas, y que le preocupan las afirmacion­es de las nuevas empresas de cannabis y psicodélic­os.

“Saben exactament­e a quiénes se dirigen, y las personas a las que se dirigen están evaluando equivocada­mente su riesgo”, dijo. Cuando Tiffany Fede, de Austin, Texas, vio a su marido luchar contra la adicción a los opioides, hizo lo que había aprendido en los círculos de recuperaci­ón de adicciones donde años antes habían comenzado su romance: lo observó de cerca, convenció a su traficante para que dejara de suministra­rle pastillas y se resistió cuando su marido sugirió que tomar hongos psicoactiv­os podría resultar útil.

“Me puse firme”, dijo Fede, de 43 años. “Fui adoctrinad­a por este sistema de creencias que sostenía que eso sería perjudicia­l”.

Aún así, su esposo murió de una sobredosis de metadona en 2020.

Presa del pesar, Fede comenzó a usar hongos mágicos. Tomó tres gramos de hongos psilocibin­a, un viaje que “por primera vez me ayudó a no sentirme sola”.

Fede dijo que ya no considera útiles los términos como “sobriedad” y ha dejado de considerar­se una adicta en recuperaci­ón. Su uso de hongos y otros compuestos que alteran la mente ha aliviado su pesar, le ha traído alegría y la ha convertido en una mejor madre, dijo.

Sin embargo, una pregunta sigue atormentán­dola: si hubiera satisfecho el deseo de su marido de intentar tratar su adicción a los opioides con hongos mágicos, ¿seguiría vivo?

 ?? ADRIANA ZEHBRAUSKA­S PARA THE NEW YORK TIMES ?? Mike Reed dejó de beber alcohol hace más de una década, pero comenzó a fumar marihuana cuando su hermana agonizaba.
ADRIANA ZEHBRAUSKA­S PARA THE NEW YORK TIMES Mike Reed dejó de beber alcohol hace más de una década, pero comenzó a fumar marihuana cuando su hermana agonizaba.

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