Detrás de cada gol, hay sandalias de 1.50 dólares
ABIYÁN, Costa de Marfil — Los ricos profesionales del equipo nacional de fútbol de Costa de Marfil estaban recientemente descansando en su hotel de lujo, preparándose para la Copa Africana de Naciones, cuando Yaya Camara corrió hacia un terreno baldío para jugar con sus amigos.
Llevaba su calzado favorito para jugar fútbol: sandalias de plástico gastadas, ridiculizadas durante mucho tiempo como el calzado deportivo de los pobres, pero que él y sus amigos calzan como sello de honor. ¿Tachones de fútbol como los de sus ídolos? No, gracias, dijo Camara, un mediocampista delgado de 18 años, mientras se secaba el sudor de la frente. “¿Cómo empezaron a jugar los profesionales cuando eran chicos como nosotros? Con añadió, refiriéndose a las sandalias que son omnipresentes no solo en su “cascarita” sino en casi cualquier lugar donde los marfileños ponen sus pies.
Los jugadores amateur elogian las sandalias más baratas por su practicidad — “Son más livianas, se ajustan mejor y son más cómodas donde jugamos”, como dijo Camara —en partidos que no se llevan a cabo en canchas de césped bien cuidadas en estadios nuevos, como el de Abiyán, sino en terrenos polvorientos y callejones estrechos.
Y si bien el calzado de hule se ha vuelto popular en el mundo de la moda en los últimos años, con marcas de lujo como Gucci ofreciendo su propia versión, es considerado chic en Costa de Marfil por razones tanto de estilo como de pragmatismo. “Aparte de en la oficina, puedes usarlos en todas partes, incluso para una fiesta”, dijo Seydou Traoré, un jugador amateur que alguna vez compitió en la segunda división de
Costa de Marfil.
Los tacones, los zapatos de vestir o las sandalias de cuero siguen siendo el calzado favorito para la oficina en Costa de Marfil, una de las economías más grandes de África occidental y hogar de una clase media dinámica. Pero el atractivo del se hizo evidente hace unos años, cuando uno de los cantantes más famosos del país, convertido en hombre de negocios, posó en la portada de una revista vistiendo un traje gris estilo occidental y sandalias de plástico blancas.
La historia cuenta que las sandalias de hule nació en 1946, cuando un cuchillero francés inventó el modelo original como una forma de utilizar una gran cantidad de plástico que había encargado para fabricar cuchillos. Su forma original —suelas tachonadas de púas, punta redonda y parte superior de tejido de cesta— apenas ha cambiado en décadas. La empresa francesa propietaria de la patente, Humeau-Beaupreau, vende 800 mil pares al año. Pero la mayor parte del que se ve en África occidental se fabrica localmente; en Costa de Marfil, se puede comprar un par en casi cualquier esquina por US$1.50. “Que se presente alguien con tenis normales y nos burlaremos de él: ‘¿Crees que eres un jugador profesional o qué?’”, dijo Iliass Sanogo.
Unas horas más tarde, la selección de Costa de Marfil se enfrentó al actual campeón de la Copa de Naciones. Camara corrió a casa, dejó sus se puso patas de gallo y caminó hasta un quiosco cercano para ver ganar a su equipo.