Corrientes del Atlántico se acercan a una inflexión catastrófica
Un grupo de científicos demuestra con un modelo climático complejo que el colapso abrupto de la AMOC es posible.
MADRID, ESPAÑA TOMADO DE ABC
El sistema de corrientes del Océano Atlántico, clave para el clima, se encamina a su colapso, advierte un nuevo estudio publicado en ‘Science Advances’. El aviso no es baladí: la AMOC, por sus siglas en inglés, es un circuito de agua gigantesco con una gran influencia. Cuando hace casi 13.000 años se paró, buena parte de Europa quedó bajo condiciones árticas. Desde hace algunos años, los científicos saben que esta corriente se está ralentizando, pero las simulaciones sobre el impacto del cambio climático no habían llegado a probar de forma clara su colapso repentino. Hasta ahora. «Sí, ocurre en nuestros modelos. Esta es una mala noticia para el sistema climático y la humanidad», dicen los autores en su estudio. La magnitud y complejidad de la AMOC , que incluye la corriente del Golfo, han hecho difícil su análisis hasta ahora. La primera vez que se lograron datos directos fue en 2004. Esta corriente inmensa, repleta de meandros, a profundidades medias de entre 2 y 4 kilómetros, transporta el calor desde su ‘nacimiento’ caribeño en Bahamas y Florida hasta el Atlántico Norte y la costa oeste europea, en un ciclo constante que ayuda a suavizar el clima en la orilla europea.
El agua fluye como una cinta transportadora gigante: las aguas cálidas y superficiales parten cercanas a Florida, suben hacia el norte y allí se enfrían e interaccionan con el agua dulce del deshielo de Groenlandia y las lluvias, hundiéndose. Una vez en las profundidades, la masa fluye de vuelta hacia el Ecuador, donde el ciclo se repite. Sin embargo, ahora se ve frenada por el aumento del agua del deshielo, que hace de ‘tapón’ y cada vez se acumula más agua caliente en áreas del Atlántico, mientras las frías se estancan en el norte.
Para el estudio publicado en ‘Science Advances’, los investigadores de la Universidad de Utrecht utilizaron modelos climáticos complejos con un superordenador. Simularon, a lo largo de 2.000 años, la entrada de agua dulce en el sistema, como la procedente del deshielo de Groenlandia por el calentamiento global, pero también de lluvias o de la escorrentía de los ríos. Descubrieron que la corriente oceánica se iba debilitando de forma lenta hasta llegar a su punto de inflexión. Entonces sufría un colapso repentino, en un periodo de menos de 100 años. El resultado: un enfriamiento muy fuerte y rápido del clima europeo, a más de 3ºC por década o 30 grados en un siglo. «Ninguna medida de adaptación realista puede hacer frente a cambios de temperatura tan rápidos bajo un colapso de AMOC«, avisan en el estudio. »El colapso de AMOC cambia dramáticamente la redistribución del calor (y la sal) y resulta en un enfriamiento del hemisferio norte, mientras que el hemisferio sur se calienta ligeramente«.
Alerta temprana
Los investigadores han desarrollado un indicador de alerta temprana que podría detectar el colapso de la circulación meridional del Atlántico. Según su teoría, el transporte de agua dulce inducido por la AMOC en el límite sur del Atlántico podrían ser clave.
No obstante, el artículo avisa de que todavía no existen los datos suficientes como para saber cuándo se podría producir el colapso de la corriente oceánica.