Listin Diario

Revive una disputa fronteriza centenaria

- Por SIMON ROMERO

RÍO SARSTÚN, Belice — El barco pasó junto a los manglares, un laberinto de ramas cubiertas de espinas. Estábamos en Belice, mostraban nuestras señales de GPS. Pero entonces, miembros del Ejército de Guatemala, vestidos en camuflaje y boinas, nos vieron. Se acercaron en su propio bote y tomaron sus rifles, los dedos cerca de los gatillos.

“¡Acaban de entrar a aguas guatemalte­cas!”, gritó uno en español cuando estaban como a un metro de distancia. “Solicitamo­s que se dirijan hacia el puesto de mando guatemalte­co más cercano”. Wil Maheia, líder del grupo beliceño con el que íbamos, gritó en respuesta: “¡No, están invadiendo aguas de Belice! ¡Si nos arrestan, será un secuestro!”.

Belice, el país menos poblado de Centroamér­ica con alrededor de medio millón de habitantes, está envuelto en una disputa territoria­l de siglos de antigüedad con Guatemala, el gigante de la región con 18 millones de habitantes. El conflicto ha provocado tensiones en el refugio de contraband­istas que han surgido alrededor de la frontera en disputa entre los dos países, generando temores sobre una mayor inestabili­dad en una región marcada por las guerras contra las drogas y el éxodo de inmigrante­s a Estados Unidos.

El enfrentami­ento de ese día de febrero en un tramo remoto del río Sarstún duró solo unos minutos. Miembros de las fuerzas navales del Ejército de Guatemala, fuertement­e armados, y los Voluntario­s Territoria­les Beliceños, desarmados, un grupo que afirma la soberanía en áreas en disputa, se lanzaron acusacione­s entre sí antes de que el piloto de nuestro bote registrado en Belice se diera vuelta y se alejara a toda velocidad.

Ambos países han buscado durante años resolver la disputa en el Tribunal Internacio­nal de Justicia de La Haya. Pero como no se espera un fallo hasta el próximo año, o posiblemen­te después, la sensación de malestar es mayor en Belice, que podría perder una parte de su territorio ante un vecino mucho más grande.

Guatemala está limitada a perder un reclamo sobre tierras que no ocupa oficialmen­te.

Si bien las posibilida­des de choques militares reales parecen remotas, las autoridade­s beliceñas están nerviosas por las actividade­s ilícitas en la zona en disputa, incluyendo la pesca ilegal, migración no autorizada­da; el cultivo de coca, utilizada para fabricar cocaína; e incursione­s de Guatemala que alimentan aumento en la deforestac­ión.

También enfrentan presión de los ciudadanos de Belice para que adopten una postura más firme en la disputa.

Maheia, de 62 años, un conservaci­onista, formó los Voluntario­s Territoria­les de Belice hace más de una década. “Nuestros líderes dejaron de defenderno­s”, dijo. “Pensé: ‘Este es mi país y voy a hacer algo para protegerlo’”.

Cada dos o tres meses van en bote al extremo sur de Belice, por el río Sarstún, y plantan la bandera beliceña en medio de los manglares. Después de filmarse repetidame­nte enfrentand­o acoso verbal por parte de soldados guatemalte­cos, el gobierno de Belice reasignó soldados el año pasado a un puesto militar desierto en la desembocad­ura del río.

Aún así, las tropas guatemalte­cas simplement­e retiran las banderas de Belice, alimentand­o la ira en todo el país.

La toma de posesión en enero de Bernardo Arévalo, el líder más progresist­a de Guatemala en décadas, generó esperanzas en Belice de que el enfoque de Guatemala hacia la disputa finalmente podría suavizarse. Pero Carlos Ramiro Martínez Alvarado, ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, dejó claro que la administra­ción Arévalo

seguiría adelante con su reclamo sobre territorio beliceño.

“Es una política de Estado, no de un gobierno”, dijo Martínez Alvarado. Se cree que Guatemala reclama más de la mitad del territorio de Belice, aunque Martínez Alvarado dijo que los detalles precisos del reclamo son secretos. “Abandonar el reclamo sería una señal de debilidad”, afirmó Roberto Wagner, analista político en Ciudad de Guatemala. “Quien lo haga soportará el estigma de la opinión pública que dice: ‘Ese es el que regaló Belice’”.

 ?? ALEJANDRO CEGARRA PARA THE NEW YORK TIMES ?? El personal militar guatemalte­co confronta a los Voluntario­s Territoria­les Beliceños, en el río Sarstún este mes.
ALEJANDRO CEGARRA PARA THE NEW YORK TIMES El personal militar guatemalte­co confronta a los Voluntario­s Territoria­les Beliceños, en el río Sarstún este mes.
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