Piratas de obituarios tergiversan los hechos
andaba mal.
Mientras gente buscaba información en Google, alguien en el otro lado del mundo buscaba el tipo de repercusiones que había causado la muerte de Sachman.
Faisal Shah Khan, un especialista en mercadotecnia vía internet en India, no sabía nada sobre Sachman. Pero de repente, suficientes personas buscaban “Matteo Sachman” como para que su nombre apareciera en la lista de temas de tendencia de búsqueda en Google. Para Khan, el creciente interés significaba que un público para contenido en línea que aún no existía estaba creciendo rápidamente ante sus ojos. Estaba preparado para proporcionarlo.
Khan, de 30 años, es parte de una floreciente industria en línea en la que la gente aprovecha la falta de información tras una tragedia repentina para dirigir el tráfico web hacia artículos y videos de YouTube compilados apresuradamente. Estos
llamados piratas de obituarios parecen enterarse de las muertes de estadounidenses comunes y corrientes mucho antes de que se conozcan públicamente.
El sitio web de Khan, FSK Hub, fue el primer sitio identificado por
en publicar algo sobre la muerte de Sachman. Khan ha pasado los últimos cinco años construyendo un negocio de publicidad con sitios web dedicados a noticias sobre celebridades y reseñas de tecnología. Pero dijo que los obituarios constituyen una gran parte de su oferta de contenido.
Trabajando desde su sala en Nueva Delhi, monitorea Google Trends en busca de actividad relacionada con sombrías palabras clave: obituario, accidente, muerte. Cuando Khan busca esas palabras clave, Google muestra qué más buscan activamente las personas que buscan esos términos: accidente de metro Matteo Sachman. Obituario Matteo Sachman. Muerte Matteo Sachman.
Con base en búsquedas relacionadas, como “accidente de metro”, Khan pudo suponer cómo había muerto Sachman. Luego, Khan podría hacer una búsqueda superficial por su cuenta en internet en busca de información biográfica, lo que lo llevaría a una página de LinkedIn detallando el historial laboral de Sachman. Y, por último, podría solicitar a una herramienta de inteligencia artificial que creara un artículo breve.
“El artículo debe escribirse en un estilo conversacional, utilizando pronombres personales, preguntas retóricas y analogías para atraer al lector”, se lee en una indicación destinada a una herramienta de IA que se publicó accidentalmente en FSK Hub.
Por su esfuerzo, Khan dijo que gana miles de dólares mensuales de la red publicitaria de Google utilizando numerosos sitios web. Pero los expertos en mercadotecnia en internet sugirieron que una estimación más probable sería menos de US$100 al mes. Artículos como el obituario de Sachman generarían sólo uno o dos centavos por mes, dijeron los expertos.
“Es horrible e inquietante porque es muy depredador”, dijo Chris Silver Smith, consultor de mercadotecnia digital en Austin, Texas, cuyo cuñado murió en un accidente automovilístico en septiembre. Por ahora, parece haber pocas opciones para cualquiera que desee eliminar estos obituarios falsos. Audrey Wade, de 27 años, estudiante de posgrado en Salt Lake City, Utah, presentó docenas de quejas a Google en agosto sobre sitios web y videos en YouTube sobre una amiga que había muerto inesperadamente. Nunca recibió respuesta. “Ellos crearon esta plataforma, con todas sus posibilidades imprevistas, y por ende son responsables de gestionar mejor su uso y abuso”, dijo.
Un portavoz de Google dijo que la compañía estaba consciente de que obituarios de baja calidad pueden inundar los resultados de búsqueda y que estaba explorando formas de solucionarlo. “Entendemos lo angustiante que puede ser este contenido y estamos trabajando para lanzar actualizaciones que mejorarán significativamente los resultados de búsqueda para consultas como estas”, dijo vía correo electrónico.
Google eliminó varios videos de YouTube sobre Sachman después de que The Times preguntó sobre ellos y deshabilitó los anuncios en muchos de los sitios web de obituarios. El 5 de enero, cuatro días después de la muerte de su hijo, los Sachman publicaron un obituario pagado en The Times, recordando a su hijo como “un joven lleno de alegría que irradiaba calidez y amor, energía positiva y cariño por todos”. Pero para entonces ya había pasado el clamor por información. Las notas erróneas sobre Sachman permanecieron, aunque ya no encabezaron los resultados de búsqueda de su nombre.
Los piratas que los publicaron, tras obtener algunos centavos, habían pasado a otra cosa.