México supera a China, exportando a EE. UU.
WASHINGTON — En lo más profundo de la pandemia, mientras las cadenas de suministro globales colapsaban y el costo de enviar un contenedor desde China se multiplicaba casi por 20, Marco Villarreal vio una oportunidad.
En 2021, Villarreal renunció como director general de Caterpillar en México y comenzó a fomentar vínculos con empresas que buscaban trasladar su manufactura de China a México. Encontró un cliente en Hisun, un productor chino de vehículos todo terreno, que lo contrató para establecer un sitio de manufactura de US$152 millones en Saltillo, en el norte de México. Villarreal dijo que las empresas extranjeras, particularmente las que buscan vender dentro de Norteamérica, vieron a México como una alternativa viable a China debido a las latentes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. “Los astros se están alineando para México”, dijo.
Los datos de este mes mostraron que México superó a China por primera vez en 20 años para convertirse en la principal fuente de importaciones oficiales de EE. UU. —un cambio significativo que resalta cómo las crecientes tensiones entre Washington y Pekín están alterando los flujos comerciales.
Las importaciones estadounidenses de China cayeron 20 por ciento el año pasado a US$427.2 mil millones, muestran los datos, a medida que los estadounidenses recurrieron a México, Europa, Corea del Sur, India, Canadá y Vietnam para autopartes, zapatos, juguetes y materias primas.
Las exportaciones mexicanas a EE. UU. fueron aproximadamente las mismas que en 2022, de US$475.6 mil millones.
En general, las exportaciones estadounidenses al mundo aumentaron ligeramente en 2023 respecto del año anterior, pese a un dólar fuerte y una economía global débil. Las importaciones estadounidenses cayeron anualmente al tiempo que los estadounidenses compraron menos petróleo crudo y productos químicos y menos bienes de consumo.
Incluso cuando las preocupaciones sobre el coronavirus se disiparon en 2022, EE. UU. siguió importando muchos productos chinos cuando aminoraron los cuellos de botella en los congestionados puertos estadounidenses y las empresas reabastecieron sus bodegas. Pero los datos comerciales están empezando a proporcionar evidencia de que años de tensiones intensificadas han erosionado significativamente la relación comercial de EE. UU. con China. En 2023, las importaciones trimestrales estadounidenses desde China estaban aproximadamente al mismo nivel que hace 10 años, pese a una década de crecimiento de la economía estadounidense y el aumento en las importaciones estadounidenses de otros lugares.
Los economistas dicen que la relativa caída en el comercio con China
está relacionada con los aranceles impuestos por la administración Trump y mantenidos por la administración Biden.
Ralph Ossa, economista titular de la Organización Mundial del Comercio, dijo que la invasión rusa de Ucrania también provocó una reorganización de las relaciones comerciales.
“Hubo un periodo en el que la geopolítica realmente no importaba mucho para el comercio, pero a medida que crece la incertidumbre en el mundo, vemos que el comercio se vuelve más sensible a estas posiciones”, dijo Stela Rubinova, otra economista de la Organización Mundial del Comercio.
Jesús Carmona, presidente para México y Centroamérica de Schneider Electric, el gigante francés de equipo eléctrico, dijo que la ley climática de 2022 de la administración Biden y las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra en Ucrania fueron factores que empujaron a las empresas hacia México. Cuando China pareció alinearse con Rusia en el conflicto, “se disparó todo tipo de alarmas”, dijo Carmona. “La gente se dio cuenta de que no podemos tener esa dependencia de China, que hemos ido desarrollando en los últimos 40 años mientras hacíamos de China la fábrica del mundo”.