CUMPLE 50 AÑOS EN REPÚBLICA DOMINICANA
mercado que posiblemente no existía hace cinco años.
“De la mano con la conciencia de esta crisis están surgiendo estas soluciones y ahí entra el rol del Estado, que debe generar condiciones para que esto suceda. Y las empresas y los negocios van a desarrollar alternativas más allá de la responsabilidad social, que no se trata de eso, sino de cómo eligen desarrollar su modelo de negocio. Nosotros elegimos con cada compra. Entonces, tenemos que ejercer ese poder y con ese poder tenemos que comprar. En la medida en que eso suceda, las mismas empresas van a ir poniendo en el mercado alternativas y se van a ir desarrollando soluciones”. Lo que ha pasado en estos cinco años, agrega Mattila, el nivel de concienciación y de cómo la dimensión ambiental está en la agenda pública y en la política pública, en el discurso, invita a compartir los avances que se han dado.
Con el acuerdo del 2019 comenzó la recopilación de datos, se mapearon las iniciativas privadas y al actualizar los levantamientos se identificaron unas 500 empresas formales, micro y medianas, que están buscando estrategias de negocios desde la circularidad, buscando apuestas a residuos y plásticos que intervienen de alguna manera en la gestión integral de residuos y plásticos. Desafortunadamente, observa Eugenia, las leyes y marcos regulatorios para poder avanzar se toman más tiempo del que se quisiera.
“Uno ve la urgencia porque las cosas suceden y somos 8 mil millones de personas en el mundo. Si empezamos a sumar, el impacto es brutal. Pero está sucediendo. Ahí tenemos la Ley General de Gestión integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, que es importante y se están dando pasos para su operacionalización. Antes de la ley también las empresas embotelladoras decidieron ser parte de la solución, y están trabajando con el reciclaje de uno de todos los tipos de plásticos, el pet, el de las botellitas plásticas. Y todavía falta, pero hay cosas que están sucediendo. Hay acciones”.
Compartir y aportar
Desde el PNUD, la integración de actores en la búsqueda de soluciones ha permitido el apoyo a unas 15 iniciativas alrededor de la problemática de los residuos sólidos en todo el territorio nacional. Estos proyectos se realizan en más de 30 comunidades e impactan a más de 1.5 millones de personas. En general se han recuperado más de 310 toneladas de residuos y plásticos y se ha impulsado la adopción de prácticas sostenibles por parte de más de 225 micro, pequeñas y medianas empresas. El empoderamiento comunitario visto en comunidades como Las Lilas, en Santo Domingo Este; el alcance de la campaña “Voy con la mía” para motivar el uso de botellas reutilizables, la aceptación del proyecto Mipymes Verdes y más iniciativas de educación y concienciación en escuelas y comunidades son ejemplos de que “sí está cambiando una realidad en el país”, apuntan.
“No tiene que ser un proyecto muy complejo, sino llegar al sentir y conocimiento de las personas”, sostiene Mattila.
Las funcionarias también destacan que hoy día los y las jóvenes de República Dominicana tienen mucha conciencia ambiental.