El telescopio de las noticias
ciones predilectas, los articulistas más leídos, así como los contenidos que los lectores desearían ver en los diarios.
En el Listín, como ya lo he contado, usábamos adicionalmente los testimonios diarios del jefe de Circulación, quien recogía a su vez los informes de los pregoneros de la calle, acerca del tipo de noticias que resultaban más atrayentes.
Esos eran nuestros radares cotidianos y, en función de ese “feedback” y de las propias valoraciones que hacían los editores en la reunión de primera página, jerarquizábamos las noticias, asumiendo que eran las que interesaban.
Pero con la llegada de las aplicaciones tecnológicas de de usuarios, tiempos y horarios de consumo, preferencias de temas y hasta de necesidades puntuales, contamos con un formidable telescopio noticioso para ver y enganchar con las audiencias, mucho más efectivo que antes.
Este recurso ha transformado el alcance del concepto que teníamos de la noticia como producto de mercado y ha introducido una nueva visión de cómo hacer periodismo en este tiempo.
De ese modo, llegamos a la realidad de que la audiencia no es un todo homogéneo.
Que sus intereses y modos de consumo de noticias o contenidos no se limitan a los formatos clásicos de la prensa impresa tradicional y a la moderna digital.
Mientras antaño la competencia de los impresos se limitaba a los periódicos que existían, esta vez tenemos que apelar a distintos modelos de negocios para abarcar las distintas moléculas del ecosistema, porque ya trabajamos en clave de multiplataforma.
Esto representa ahora el mayor reto para la subsistencia de ambas plataformas. El que no conoce las intimidades de sus audiencias, difícilmente sobrevivirá.