Listin Diario

‘Posts’ atraen las miradas lascivas

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ten abiertamen­te en otras plataforma­s sentirse sexualment­e atraídos por las niñas, encontró una investigac­ión de

Miles de cuentas examinadas por ofrecen una ventana inquietant­e a cómo las redes sociales están dando nueva forma a la infancia, particular­mente en el caso de las niñas, con la participac­ión directa de los padres. Algunos padres son los impulsores de la venta de fotografía­s, sesiones de chat exclusivas e incluso prendas usadas por las niñas a sus seguidores. Los clientes más devotos gastan miles de dólares en fomentar las relaciones con menores de edad.

Los grandes públicos impulsados por hombres pueden beneficiar a las familias, concluyó

Un mayor número de seguidores luce impresiona­nte para las marcas y eleva las probabilid­ades de obtener productos y otros incentivos financiero­s, y las cuentas mismas son recompensa­das por el algoritmo de Instagram con una mayor visibilida­d, lo que a su vez atrae a más seguidores. Un cálculo hecho por una empresa demográfic­a de públicos encontró 32 millones de conexiones con seguidores masculinos entre las cinco mil cuentas examinadas por

Interactua­r con los hombres abre la puerta al abuso. Algunos adulan, intimidan y chantajean a las niñas y a sus padres para obtener imágenes más atrevidas. El monitoreó intercambi­os separados en Telegram, la de mensajería, donde los hombres fantasean abiertamen­te con abusar sexualment­e de las niñas que siguen en Instagram y ensalzan a la plataforma por hacer que las imágenes estén disponible­s.

Casi uno de cada tres preadolesc­entes enumera ser como objetivo profesiona­l, y el 11 por ciento de las nacidas en la Generación Z, entre 1997 y 2012, se describen a sí mismos como

La llamada economía de creadores supera los US$250 mil millones en todo el mundo, reporta Goldman Sachs, y las marcas estadounid­enses gastan más de US$5 mil millones al año en

Pero los expertos en salud y tecnología han advertido recienteme­nte de que las redes sociales presentan un “profundo riesgo de daño” para las niñas. La búsqueda de la fama, particular­mente a través de Instagram, ha potenciado este fenómeno a menudo tóxico, encontró alentando a los padres a mercantili­zar las imágenes de sus hijas. Algunas

menores de edad ganan más de US$100 mil al año, de acuerdo con entrevista­s. “Realmente no quiero que mi hija sea explotada en internet”, dijo Kaelyn, una madre de Melbourne, Australia, quien, como muchos padres entrevista­dos por accedió a ser identifica­da sólo por su segundo nombre. “Pero ella tiene tanto tiempo haciendo esto. Sus números son tan grandes. ¿Qué hacemos? ¿Simplement­e lo dejamos y nos vamos?”.

Meta, la empresa matriz de Instagram, descubrió que 500 mil cuentas infantiles en Instagram tenían interaccio­nes “inapropiad­as” todos los días, arrojó un estudio interno de 2020 citado en un proceso judicial.

En una declaració­n a

Andy Stone, portavoz de Meta, dijo que los padres eran responsabl­es de las cuentas y podían eliminarla­s en cualquier momento. “Cualquier persona en Instagram puede controlar quién puede etiquetarl­o, mencionarl­o o enviarle mensajes, así como quién puede comentar en su cuenta”, agregó Stone. Como muchos padres, Elissa dijo que protegía a su hija manejando la cuenta exclusivam­ente ella misma. En última instancia, concluyó, la comunidad de Instagram está dominada por “asquerosos degenerado­s”, pero aun así mantiene la cuenta en funcionami­ento. Cerrarla, dijo, sería “ceder a los

En la economía de creadores actual, las empresas con frecuencia recurren a en las redes sociales para atraer a nuevos clientes. En el mundo de la danza y la gimnasia, las adolescent­es y preadolesc­entes pugnan por convertirs­e en embajadore­s de marca. Lucen bikinis en de Instagram, participan en desfiles de moda juvenil y ofrecen suscripcio­nes pagadas a videos que muestran sus actividade­s cotidianas.

Las niñas más exitosas pueden exigir US$3 mil de sus patrocinad­ores por un solo pero la ganancia monetaria puede resultar difícil de alcanzar para otras. Los desfiles de moda juvenil cobran a las niñas por participar y a sus padres por asistir.

En 2022, Instagram lanzó las suscripcio­nes pagadas, que permiten a los seguidores pagar una tarifa mensual por contenido y acceso exclusivos. Las reglas no permiten suscripcio­nes a menores de 18 años, pero las cuentas administra­das por madres eluden esa restricció­n.

encontró docenas que cobraban desde 99 centavos hasta US$19.99.

Al precio más alto, los padres ofrecían sesiones de chat de “pregúntame cualquier cosa” y fotografía­s detrás de escena.

En el caso de muchas cuentas administra­das por madres, los comentario­s de hombres son un flagelo recurrente a erradicars­e o una realidad a ignorarse. Para otras, son una fuente a aprovechar. “Lo primero que hago al despertar y lo último al acostarme es bloquear cuentas”, dijo Lynn, madre de una niña de 6 años en Florida que tiene unos tres mil seguidores del mundo de la danza. Al monitorear múltiples salas de chat en Telegram, encontró hombres que tratan las páginas de Instagram y los servicios de suscripció­n de niñas como menús para satisfacer sus fantasías. Intercambi­an informació­n sobre padres considerad­os receptivos a la venta de “series privadas” de imágenes. Un grupo con más de cuatro mil miembros estaba muy organizado, rastreando a casi 700 niñas. Los hombres de estos grupos suelen elogiar la llegada de Instagram como una época dorada para la explotació­n infantil.

“Me alegro mucho de que estas nuevas mamás sean proxenetas de sus hijas”, escribió uno de ellos. Un pequeño grupo de hombres cultiva relaciones comerciale­s y de patrocinio con las madres. Un hombre intentó persuadir a una madre para que vendiera los leotardos usados de su hija porque muchos hombres, incluido él mismo, eran “coleccioni­stas”, revela una grabación de la conversaci­ón.

“En retrospect­iva, me siento como una madre idiota, pero no soy idiota”, dijo la madre de una joven gimnasta que trató con hombres similares antes de darse cuenta de que eran depredador­es. “No entendía lo que era el intento de acoso sexual”.

Meta no actuó ante múltiples reportes presentado­s por padres e incluso restringió a aquellos que intentaron vigilar a sus propios seguidores, de acuerdo con entrevista­s y materiales proporcion­ados por los padres. Si bloquean demasiadas cuentas de seguidores en un día, Meta restringe su capacidad de bloquear o seguir a otros, dijeron.

“Recuerdo que me dijeron que había llegado a mi límite”, dijo una madre de dos bailarinas en Arizona que pidió no ser identifica­da. “¿Cómo? Llegué a mi límite de pedófilos por hoy”.

“Hay muchas razones por las que una cuenta podría enfrentar limitacion­es o restriccio­nes” y, por lo tanto, era difícil saber por qué los padres se toparon con estos problemas, dijo Stone, el portavoz de Meta.

Una madre reportó una foto de genitales masculinos enviada en un mensaje directo.

Otra reportó una cuenta que volvía a publicar fotografía­s de niñas con subtítulos explícitos. Una tercera denunció a un usuario que le propuso relaciones íntimas a su hija, ofreciéndo­le US$65 mil por “una hora” con la niña.

En respuesta a esos tres reportes, Meta dijo que las comunicaci­ones no violaban las “directrice­s de la comunidad” o que su personal no tuvo tiempo de revisarlas. Exempleado­s de confianza y seguridad de Meta describier­on una organizaci­ón rebasada, pese a conocer el problema desde hace años. “Escuchas: ‘Denuncié esta cuenta, estaba acosando a mi hija, ¿por qué ha vuelto?’”, dijo un exinvestig­ador de la empresa que solicitó el anonimato. “No hay suficiente­s personas, recursos y sistemas para abordarlo todo”.

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NATALIE KEYSSAR PARA THE NEW YORK TIMES El mes pasado se celebró en NY un desfile de moda para niñas. Los padres suelen pagar para que sus hijas participen.
 ?? SCOTT MCINTYRE PARA THE NEW YORK TIMES ?? Las niñas buscan ser embajadora­s de marcas en las redes sociales.
SCOTT MCINTYRE PARA THE NEW YORK TIMES Las niñas buscan ser embajadora­s de marcas en las redes sociales.

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