La ruta hacia un futuro sostenible
La promulgación de la Ley 57-07 constituyó el primer paso del camino a la transición energética del país. Esta normativa de los incentivos al Desarrollo de las Fuentes Renovables de Energía y sus Regímenes Especiales está orientada a la promoción de proyectos con fuentes renovables. Busca reducir la dependencia de combustibles fósiles, aumentar la diversidad en la matriz de generación eléctrica, mitigar el impacto ambiental negativo asociado a la producción de energía, descentralizar la producción de energía eléctrica, y sobre todo, a contribuir al logro del Plan Energético Nacional sobre Energías Renovables.
Ahora o nunca
La dependencia del país en combustibles importados como el carbón, el fueloil pesado (HFO) y el gas, hace que las empresas de servicios públicos, y por tanto la nación, sean vulnerables a los aumentos de los precios de los combustibles.
Las principales fuentes de energías renovables nacionales incluyen la energía solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa. Estas fuentes aprovechan el clima tropical del país y su potencial para la generación de energía a partir de recursos naturales. La Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 establece metas ambiciosas para aumentar la participación de las energías renovables en la matriz energética.
Opciones viables
Las energías renovables son de suma importancia, ya que contribuyen a diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles. En los últimos años, el país ha experimentado un significativo aumento en la capacidad instalada de energía renovable, destacando el crecimiento en la generación de energía solar y eólica. Esta evolución ha mejorado la resiliencia del sistema energético, disminuyendo la vulnerabilidad a las fluctuaciones en los precios de los combustibles.
La introducción de fuentes de energía renovable (FER) como la eólica y la solar reduciría la dependencia de combustibles fósiles y disminuiría la huella de carbono en el país. La energía solar y eólica ya son la nueva fuente de generación de electricidad más barata, y tendrán un papel central en la transición del sistema eléctrico al generar la mayor parte de la electricidad en el futuro. Para alcanzar este objetivo, el país se ha comprometido a generar un 27 % de la energía con FER para el año 2030. Además, las FER deben constituir el 32 % de la capacidad de generación. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático COP25 en Madrid se anunció que América Latina y el Caribe ha establecido un objetivo de energías renovables del 70 % para 2030.