Los haitianos pueden gobernarse
Haití se puede gobernar sin intervención extranjera, porque hasta ahora todas las intervenciones sólo han explotado a ese desdichado pueblo, aumentando la migración haitiana a la República Dominicana.
En la República Dominicana funciona una Organización No Gubernamental (ONG) muy poderosa, Participación Ciudadana, que le dice a los gobiernos lo que deben hacer. En Haití operan 10 mil poderosas ONGs, defendiendo los intereses de sus ejecutivos y gobiernos extranjeros. Tiran el pueblo a la calle, y desestabilizan la nación doblegando al gobierno; constituyen una ocupación civil constante. En julio del 1915 asesinaron al presidente haitiano, Jean Vilbrun Guillaume Sam, empujando el país a la inestabilidad, y los Estados Unidos intervinieron. Las tropas “trasladaron” el dinero del Banco Central de Haití a Nueva York.
Desde entonces, en Haití las naciones ricas compiten por los recursos naturales, manipulando con las ONGs, así las cosas, ningún pueblo puede gobernarse. Haití necesita “desocupación”, no intervención. Otra “intervención extranjera” en Haití, perpetuará la situación, empujando a los desesperados haitianos a cruzar la frontera.
La última intervención trajo el cólera a la isla, ¿qué traerá la próxima?
José Novas, un historiador dominicano en el exterior, escribió un libro bien educativo sobre la situación dominico-haitiana, quien quiera entenderla debe leer “La isla envuelta en llamas”.
Haití no se gobierna ni administra sus riquezas naturales, eso es todo lo que ellos necesitan. Si 109 años de ocupación no resolvieron nada, es idiótico pensar que más ocupación resolverá el problema. Desde 1915, Haití lleva 109 años aguantando, está estallando en el contexto de grandes transformaciones mundiales en proceso. En África, en los últimos 24 meses, cinco países extirparon el colonialismo francés.
Malí, Burkina Faso, Niger, Guinea y Gabón, expulsaron a los franceses. En Senegal suspendieron las elecciones, porque el candidato favorito, quiere expulsarlos.
Cuando terminen las guerras de Ucrania y Gaza, lo que quede del mundo será muy diferente, Haití también cambiará, si le permitimos gobernarse. Lo único que piden, necesitan y merecen los haitianos, es poder gobernar su país, apoyemos esa legítima aspiración.