Tragedias muestran necesidad de un banco de piel en el país
Al menos 41 personas, incluidos niños, han muerto en República Dominicana solo en dos explosiones ocurridas en siete meses, la de San Cristóbal y la del carnaval de Salcedo, mientras el sistema de atención para estos pacientes carece de más unidades especializadas, de un banco de piel y tejidos y de donantes cadavéricos. Para curar a los ingresados por la tragedia más reciente en Salcedo, el Gobierno dominicano tuvo que recurrir a la ayuda de México a fin de obtener casi 4,000 cm2 de tejido de piel humana. El suceso ha dejado cuatro muertos, tres niños y un adulto, además otros siguen internos en estado crítico. El presidente de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, neurocirujano José Joaquín Puello; el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIBE, Marcos A. Núñez, y el ex ministro de Salud Pública y senador por la provincia Hermanas Mirabal, Bautista Rojas Gómez, quien además es propulsor del proyecto de modificación de la ley de trasplantes, emitieron sus opiniones sobre la realidad en el país.
Unidad paralizada
El neurocirujano Puello pidió la terminación de la unidad de quemados del complejo hospitalario Luis Eduardo Aybar, con un 70% construida y falta un 30% que tiene ya unos tres años paralizada. También abogó para que nuevos cirujanos se especialicen en esta área. “Hay algo que nos preocupa a nosotros los médicos es que los médicos que cuando se gradúan, sobre todo los que hacen cirugía general, generalmente no toman la especialidad de tratamiento para los quemados. Es una especialidad sumamente difícil, muy demandante, son muchas horas en el quirófano. Habría que abrir una campaña de entrenamiento de los jóvenes médicos cirujanos, para que puedan entrenarse en el tratamiento de las quemaduras”, indicó.
Cadáver no se mutila
Marcos A. Núñez, maestro de medicina y uno de los tres primeros cirujanos en especializarse en el extranjero para atención de pacientes quemados en el país, es una de las voces que no se calla con el clamor de que se unan las academias, el Gobierno y la sociedad civil para fortalecer el sistema de atención a los quemados.
Entiende que es fundamental tener un banco de piel y tejidos en el país, además fortalecer el que está en Santiago de los Caballeros, por lo complejo que es el tratamiento para estos casos.
Al explicar cómo se obtiene esa piel de los donantes cadavéricos, dijo que se hace de la misma forma en que se extraen otros órganos, “Es un proceso que tiene su organización ética y además todas esas partes se cubren, los órganos internos no se ven. El paciente queda como se le hizo una operación, se abre, se sutura y se cierra como si fuera una operación, no se ve más que la línea de sutura y eso se cubre con la ropa. La piel por igual, la cara no se toca ni se tocan las manos que son las vías de exposición y lo otro se cubre”, indicó.