Deploran resistencia a ese recurso tecnológico
El presidente del Grupo Educativo de la Escuela de Negocios ADEN, Ricardo Greco, cataloga como un problema la resistencia que puedan tener los educadores con el uso de la inteligencia artificial (IA) en sus horas de docencia. El desafío persistente, asegura el experto, es que los profesores adopten las nuevas herramientas que trae la IA como un apoyo pedagógico, sin que las vean como competidoras o, aún peor, que piensen que estas podrían reemplazarlos en cualquier momento. Es todo lo contrario, argumentó.
“Se tienen que valer de esas herramientas para mejorar su rendimiento”, propuso Greco durante una visita a la redacción del LISTÍN DIARIO.
Pero, advierte, que en caso de que un profesor rechace la IA como un ingrediente más en su material didáctico, correría el riesgo de quedarse afuera del mundo educativo “muy rápido”.
Un cambio “brutal”
Para el también fundador de ADEN, la IA ha venido a transformar “brutalmente” la educación en el mundo, desde el nivel básico y secundario (bachillerato) en las escuelas, hasta el nivel superior en las universidades.
Y ha sido para bien, según cree el experto, ya que la IA puede permitirle al profesor personalizar sus métodos formativos dependiendo de los intereses, las necesidades o la forma de aprender de cada alumno. “La educación está gozando de una transformación como nunca había tenido”, destaca Greco, al viajar en el tiempo y recordar la enseñanza de hace 200 años, cuando era muy estricta y poco dinámica. “El profesor se movía a través de un pizarrón; eran las clases magistrales y tal vez matizadas con alguna metodología en particular”, agregó. Pero, lo cierto es que, desde hace unos años para acá, el plano educativo ha evolucionado, gracias a la integración de la Internet, los dispositivos móviles, las computadoras, la inteligencia artificial, las clases online, la realidad virtual. Al referirse especialmente a la IA y la cartera de herramientas que se encuentran libres de costo para los cibernautas, Greco sostiene que es fundamental tener una perfecta comprensión de ella para disfrutar de sus beneficios y mitigar sus riesgos a la hora de enseñar. “Por ejemplo, en la evaluación de los alumnos: si solamente se evalúan conocimientos, entonces los alumnos, con inteligencia artificial, van a copiar todo y van a ser los exámenes muy fáciles”, explica como uno de los problemas, en referencia a los ‘chatbot’, un sistema entrenado que tiene como objetivo resolver cualquier tipo de consulta de los usuarios. Uno de los más reconocidos es ‘ChatGPT’.
“Pero, si (el profesor) sigue a los alumnos a través de un proceso, y ve su forma de interpretar el problema que se le plantean, ya es otro modo de evaluar. Por eso insisto que aquella filosofía educativa de formar sabios ya no existe”, añade.