Israel está defendiendo su pueblo
Digamos que existe un país sin nombre en algún lugar del mundo y la gente de ese país celebraba una festividad un fin de semana soleado, que la fiesta cayó un sábado y temprano en la mañana, miles de terroristas fuertemente armados invadieron sus comunidades para saquear, asesinar, violar, torturar y finalmente secuestrar 250 de sus ciudadanos.
Digamos también que los asesinos responsables del ataque, pertenecen a un movimiento radical y extremista que controla el área que está al lado de este país. Que la ideología del movimiento es la del genocidio porque solo busca la muerte y el exterminio de sus vecinos. Siempre ha sido así y por años, se habían estado preparando para este ataque barbárico y sin precedentes. Sus mismos líderes prometen públicamente repetirlo las veces que haga falta porque creen que es su destino e incluso una obligación religiosa.
Le preguntamos a los que nos leen: ¿Qué debería hacer ese país? ¿Debería confiar en las Naciones Unidas (ONU)? ¿Debería confiar en la comunidad internacional? ¡La misma ONU no puede controlar a los bandidos en Haití! La respuesta es no. Lo que este país debería y ha estado haciendo desde el pogromo del 7 de octubre, es tratar de desmantelar a la organización terrorista Hamás, al mismo tiempo que intenta liberar a sus ciudadanos que están secuestrados en manos de asesinos y violadores. ¡Esto no tiene nada que ver con un ‘genocidio’! Israel ha tomado medidas nunca antes vistas en escenarios de guerra para minimizar la muerte de civiles. Lo que resulta muy difícil cuando Hamás utiliza a su propia población como escudos humanos. Operan y se esconden en amplias infraestructuras terroristas y túneles que han construido debajo de zonas pobladas, mientras mantienen israelíes como rehenes en condiciones inhumanas, incluyendo mujeres y niños. Debemos entender que dejar a Hamás en el poder es una amenaza existencial para el Estado de Israel y la estabilidad en la región. Lamentablemente han muerto muchos civiles inocentes, pero cada muerte es responsabilidad de Hamás, que nos impuso este sangriento conflicto. ¡Por favor, no vuelvan a hablar con nosotros sobre proporcionalidad! Porque si nos llevamos de ese argumento, los aliados también cometieron uno en la Segunda Guerra Mundial cuando salvaron al mundo. Si quieres que termine la guerra, primero exige la liberación de todos los secuestrados.